SAN FRANCISCO DE ASÍS

Me nació la curiosidad de saber algo más de San Francisco de Asis y de San Francisco Javier, (cofundador con San Ignacio de Loyola, de la Compañía de Jesús, ya que fue en este último en quién yo pensé al escuchar el nombre elegido por el actual Papa de la iglesia católica, Francisco.     Sin embargo, el Papa dijo haber elegido el nombre en honor de San Francisco de Asís, el apóstol de los pobres y defensor de los animales. Hay algunas similitudes en la vida y trayectoria de los dos santos. Veamos una corta semblanza de sus biografías.

Francisco de Asís, nació en Italia alrededor de 1182 y falleció en 1226), fue hijo de un rico mercader llamado Pietro di Bernardone y una mujer perteneciente a la nobleza. Francisco era un joven mundano de cierto renombre en su ciudad, que vivía una vida entre lujos y sin preocupaciones.

En el año 1198, fue parte de la armada papal en contra del imperio germánico, en la cual estuvo bajo las órdenes de Gualterio de Brienne. En medio de un viaje a Apulia, 7 años después del comienzo del conflicto, escuchó una voz que le decía que debía regresar a Asís. Fue por esta razón que volvió a su pueblo natal, en donde se vio a un guerrero joven pero envuelto en una red de interminables meditaciones solitarias.

A partir de ese momento, Francisco comenzó a demostrarse cada vez más despegado a lo terrenal, por lo que cuenta una leyenda, que un día sus amigos le preguntaron si estaba pensando en formar matrimonio con alguien, a lo que él respondió: «Estáis en lo correcto, pienso casarme, y la mujer con la que pienso comprometerme es tan noble, tan rica, tan buena, que ninguno de vosotros visteis otra igual». Luego de varios meses de reflexión y oración encontró la respuesta a su incógnita, y decidió casarse con la pobreza.

En 1206 renunció públicamente a los bienes de su padre y vivió a partir de entonces como un ermitaño. Se dedicó a predicar la pobreza como un valor y propuso un modo de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios. El papa Inocencio III aprobó su modelo de vida religiosa, le concedió permiso para predicar y lo ordenó diácono. Con el tiempo, el número de sus adeptos fue aumentando y Francisco comenzó a formar una orden religiosa, la de los franciscanos. Más adelante, con la colaboración de Santa Clara fundó la rama femenina de esa orden, que recibió el nombre de clarisas o Segunda Orden de San Francisco, fundando más tarde la Tercera Orden (1221) para incluir a los laicos y seglares que quisieran acercarse a la práctica de servir a los pobres y necesitados.

Hizo varias incursiones a siria, Chipre, Egipto y Tierra Santa, sin resutados muy favorables, aunque dejó huella de sus postulados.

Entre sus primeras actividades se dedicó a reconstruir capillas deterioradas cercanas a su pueblo, para lo cual pedía limosna, por lo que varias personas comenzaron a tratarlo como a un lunático. Una de sus favoritas era la capilla de la Porciúncla, donde recibió la revelación definitiva de su Misión, probablemente el 24 de febrero de 1208, cuando escuchó estas palabras del evangelio “No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos”, por lo que cambió esta actividad por la vida austera y la prédica del evangelio. Después de someterse a las burlas de quienes lo veían vestido casi de trapos, ahora su mensaje era escuchado con atención, y al contrario de otros grupos reformadores de la época, el suyo no era un mensaje de descalificaciones ni anatemas.

El 14 de septiembre de 1224, el predicador vio una imagen en el cielo de  Jesús crucificado con 6 ángeles a su alrededor,y, a partir de ese momento, comenzó a tener las mismas marcas del Cristo crucificado, lo que le dio un sello divino. A pesar del don que había recibido, Francisco comenzó a tener cada vez mayores problemas de salud, debido al sangrado de sus estigmas.

El 3 de octubre del año 1226, murió San Francisco de Asís en San Giorgio, lugar en donde fue sepultado. Dos años más tarde, fue canonizado oficialmente por el Vaticano. Actualmente, sus restos se encuentran en la Basílica de San Francisco en Asís.

Es importante conocer el contexto histórico en que surgió este Santo en el siglo XII, cuando todavía no se daba la transición del feudalismo al capitalismo, y los que dominaban eran las clases privilegiadas, (nobleza y clero), aunque artesanos, mercaderes y hombres de negocios, empezaban a tener posibilidad de un ascenso social.

La iglesia de ese tiempo también se vio influida por la riqueza, a pesar de las críticas hacía algunos de sus ministros, los que se preocupaban más por el crecimiento patrimonial y sus relaciones políticas de convivencia, por lo que surgieron movimientos religiosos en rechazo a la creciente opulencia de la jerarquía eclesiástica en forma abierta (cátaros) y, otros que plantearon postulados de una vida pobre y evangélica, como San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán, conocidos como los monjes mendicantes.

Nota de la autora: “Cualquier parecido con la situación actual de la iglesia católica es pura coincidencia”.

San Francisco de Asís es percibido como el prototipo de pobreza y desprendimiento, tal vez el más cercano a Jesús en la historia de la cristiandad, y conmueve por su capacidad de reconciliación con todo y con todos, por lo que es respetado, no sólo por creyentes de todas las religiones no de quienes no practican ninguna. Es un santo ecuménico, cuya devoción a los animales, como criaturas de Dios, lo ha hecho patrono de los veterinarios y de los que se dedican a cuidar bosques, así como de los movimientos ecologistas que se esfuerzan por cuidar el medio ambiente.

Consultar:

http://es.wikipedia.org

www.franciscanos.org

www.biografiasyvidas.com

www.biografias.es

http://es.catholic.net
Vale la pena buscar la huella que ha dejado en:

Las artes plásticas:
• Frescos en la Basílica de San Francisco en Asís.
• Francisco de Zurbarán
• Ilustraciones de Joan Miró al Cántico del hermano sol

La ópera:
• Saint Francois d’Assise de Olivier Messiaen

El Cine:
• Il Poverello d’Assisi (1911), de Enrico Guazzoni.
• Frate Francesco (1927), de G. Cesare Antamoro.
• «San Francisco de Asís» (1944) de Alberto Gout
• Francisco, juglar de Dios (1959), de Roberto Rossellini.
• «Francisco de Asís», (1961) dirigida por Michael Curtiz, basada en la novela «El mendigo alegre: historia de San Francisco de Asís» de Louis de Wohl.
• «El niño y el lobo» (1965) de José A.Nieves
• Francisco de Asís» (1966) de Liliana Cavani
• Hermano Sol, Hermana Luna (1972), de Franco Zeffirelli.
• Francesco (1989), de Liliana Cavani.

La literatura y la poesía:
• San Francisco de Asís, G. K. Chesterton.
• San Francisco de Asís, Emilia Pardo Bazán.
• El pobre de Asís, Nikos Kazantzakis.
• La segunda vida de Francisco de Asís, José Saramago.
• Lirio Franciscano, Ramón María del Valle Inclán.
• A San Francisco de Asís, Torquato Tasso.
• Los motivos del lobo, Rubén Darío.
• Relato del beso al leproso, Juana de Ibarbourou.
• Laudas, Jacopone da Todi.
• La Divina Comedia (El Paraíso, Canto XII), Dante Alighieri.

Mañana escribiré sobre San Francisco Javier y analizaremos las semejanzas que pueda haber en sus trayectorias en épocas tan distintas.

Basílica de San Francisco                                                          San Francisco MurilloBasílica de San Francisco de Asís

 

        San Francisco de Asis por Murillo

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