EL CONFINAMIENTO Y LOS NIÑOS

A partir del segundo trimestre del 2020, empezó el confinamiento, y con èl,:el home-office o tele-trabajo, lo que se tradujo en que , uno o los dos padres, tenÌan que hacer las labores de oficina conviviendo con sus hijos.

Se dice pronto, y se piensa en los pobres padres. Sobre todo en los países tercer mundistas, como el mìo, donde el hombre es el señor y tiene preferencia en todo. Asì que la madre empieza a luchar por hacer el quehacer domèstico, lidiar con los hijos, hacer su trabajo en la computadora, en fin, ser polifuncional y productiva todo el tiempo.

Enj las parejas jóvenes, hacen turnos, uno utiliza la PC de escritorio y el otro, la laptop. Se organizan para ayudar a los hijos con sus estudios a distancia, (que enMèxico van a valer gorro), cuidarnos y atenderlos.  

No pesamos en los pobres hijos que antes tenìan que soportar oir:: NO HAGAS ESTO NI LO OTRO,làvate las manos, quédate quieto, etcétera, solo por las tardes.

Al ir a la escuela, el niño tenìa un tiempo y un espacio individual, separado de sus padres que lo disciplinaban en casa nada más. En el colegio estaban los amigos, el recreo, los estímulos propios de un grupo, la variedad de temas y técnicas didácticas, la gimnasia, la clase de música, en fin, muchas actividades que habían sido diseñadas para cubrir sus necesidades de aprendizaje y crecimiento por especialistas.

Ahora se enfrentan en solitario a una fría computadora de la que no reciben calor humano, ni la solidaridad del grupo. No han sido entrenados, al menos en México, a desarrollar su potencial de razonamiento (como los niños de Finlandia). La educación estaba (o està) basada en la memorización, no en la investigación, comprensión, razonamiento y aplicaición de lo que se está aprendiendo.

Por si fuera poco, sus padres no son ni Educadores, ni Pedagogos, por lo que, en la mayorìa de los casos, utilizan las técnicas con las que ellos estudiaron, veinte o treinta años atrás. Además de estar estresados por sus labores de oficina y domèsticas, que los llevan a mostrar poca paciencia y tolerancia.

Un padre joven con hijos pequeños, me comentó que si cuando vuelvan sus niños a la escuela le cobraran el doble de colegiatura, lo pagarìa encantado, potque se había dado cuenta del valioso papel de la Escuela en la formación de los niños, y en la MARAVILLOSA LIBERTAD DE SABERLOS SEGUROS Y EN BUENAS MANOS POR UNAS HORAS.

Hay muchos niños que han empezado a padecer trastornos gastrointestinales: reflujo, acidez, diarrea, estreñimiento, colitis, como consecuencia del confinamiento, y de la convivencia constante, dìa y noche, con sus padres. Esto es consecuencia del estrès.

Asì, empecemos a tomar a los niños en cuenta, y a encontrar asesoorìa para que ellso manejen su estrès en forma saludable.

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