Cuando yo crecí, se llamaba la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), y recuerdo que, producto de la guerra fría con los Estados Unidos de Norteamérica, los primeros eran los villanos, un país donde no había libertad de ningún estilo, de pensamiento, de acción, orientación política, etc.
En nuestra niñez, los rusos eran los malos y los yanquis, los buenos. El comunismo era lo peor del mundo y el capitalismo, lo máximo. Lo primero era una dictadura, lo segundo, una democracia, bueno, eso nos enseñaron.
Como todos sabemos, el comunismo le sirvió a Hitler para iniciar su proceso de nacionalismo, ya que tenían que defender a su patria de ese enemigo, después, fueron los judíos quienes amenazaban la pureza de la raza aria. En Estados Unidos, algunos Presidentes, el FBI y la CIA lucharon denodadamente contra el fantasma del comunismo.
Las cosas cambiaron, la URSS se desintegró y se convirtió en varios países independientes, que muchas veces luchan entre sí, y entre ellos está Rusia.
Por fin, la panacea del mundo occidental, el capitalismo, llegó a Rusia, y nos cuestionamos que pasó con el cambio. ¿Hay mayor libertad o todavía existen dudas sobre dictaduras políticas disfrazadas? ¿Es el dinero el mayor disfraz de todos?
Veamos algunos ejemplos:
El magnate ruso Boris Berezovsky (1946-2013), de ascendencia judía, hizo su fortuna en los noventas (1990´s) cuando Rusia privatizó las propiedades del estado y surgió el capitalismo “oportunista”. Obtuvo ganancias al lograr el control de diversas empresas, entre ellas el principal canal de televisión del país, el Canal Uno. En 1997, la revista Forbes estimaba la fortuna de este magnate en 3 billones de dólares.
Se asoció con Roman Abramóvich, de ascendencia judía también, y juntos explotaron activos petroleros de su país, posteriormente llevaron un juicio muy reñido por las utilidades de las empresas comunes.
Roman Abramóvich, actualmente considerado como el segundo hombre más rico del Reino Unido, tiene 41 años y ha pasado a la fama por las compras singulares que ha hecho:
• El Chelsea FC por el que pagó 85 millones de libras, más otros 80 millones en deudas, invirtió en la adquisición de nuevos jugadores, lo que significó alrededor de 200 millones de euros.
• Varios yates, entre ellos el más grande del mundo, el Eclipse, construido en Alemania, mide 170 metros de largo, con un valor estimado de 485 millones de dólares. Este yate tiene 9 pisos, dos helipuertos, 11 cabinas de invitados, dos piscinas y varios jacuzzis, una discoteca, tres lanchas y un mini submarino que puede sumergirse a 50 metros. Como mínimo se requieren 70 personas de tripulación para su operación. Está considerado uno de los yates más seguros del mundo, ya que posee un tratamiento blindado, sala de vigilancia con circuito cerrado de TV, sensores de movimiento, radar antimisiles.
• Palacios en Europa, mansiones en el Reino Unido, Estados Unidos y otros países, obras de arte, participación en la Fórmula Uno, etcétera.
Otro ruso billonario es Dmitri Rybolovlev, quien también está en la lista de Forbes y ha hecho ostentación de su fortuna sin discreción alguna. Es propietario de:
• El 66% del Club de Futbol Mónaco (el 33% restante lo conservó el Principado).
• una mansión comprada a Donald Trump en Palm Beach en 95 millones de dólares, con 60 000 metros cuadrados, que incluye accesorios de diamante y oro, además de un garaje para 50 autos.
• Su hija Ekaterina sale hoy en muchas revistas y periódicos por haber comprado la isla Skorpios, que le pertenecía a la nieta de Aristóteles Onassis, Athina, en 100 millones de libras esterlinas .
• También a nombre de ella fue la compra de un apartamento en Manhattan por 88 millones de dólares, considerado el piso más caro vendido en Nueva York.
• Numerosas obras de arte, pinturas, esculturas, mansiones en toda Europa, etc.
Estos son sólo unos ejemplos, hay muchos más en la lista. Según leo en las noticias, hay un grupo de mega millonarios rusos que están adquiriendo bienes raíces en Estados Unidos y en todo el mundo, para convertir sus inmensas ganancias en activos fuera de su país, ante lo que me pregunto: ¿en qué benefició al pueblo ruso, las clases proletarias, los pobres, el que su país haya entrado al capitalismo? ¿Qué beneficios les queda a ellos de todas las adquisiciones de unos cuantos empresarios jóvenes (en la década de los 40´s) hagan en el resto del mundo? ¿Es suficiente con unas cuantas migajas que, en forma de filantropía, dejan caer de vez en cuando estos magnates?
Rusia, y sus países hermanos, exportan modelos bellísimas, deportistas muy valiosas, músicos excepcionales, artistas reconocidas, y también, muchas mujeres jóvenes que caen en las redes del tráfico sexual, y hay muchas personas qu viven en condiciones muy precarias..
Tal vez la solución no sea el canibalismo financiero o capitalista, el abuso del poder, la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos. ¿Ustedes qué creen?
Fuentes: