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EL TIEMPO VUELA

Ya se fue una tercera parte del año. Entramos en el quinto mes que, para los flojos y todos los que encuentran pretextos para no trabajar, está lleno de puentes y días festivos: 1, 5, 10, 15 de mayo que, sumados a los ocho sábados y domingos, nos dan 12 días de milonga, eso sin contar que puede ser casi medio mes para los que “puentearon” del lunes 1  al viernes cinco.

¿Cómo esperamos que los niños (y es conveniente que también los “grandes”) aprendan a aprender, si casi no van a la escuela y, entre las ceremonias festivas y los necesarios ensayos, apenas si tocan los libros o se enteran en qué año van?

¿Cómo vamos a disminuir el índice de pobreza buscando cómo trabajar menos, endeudarnos más, y evitar pensar en soluciones reales a la economía tan volátil que tenemos en el país?

Hay una película que vi hace ya muchos años, a la que en español titularon “Cuando el destino nos alcance” (Soylent Green” en inglés), dirigida por Richard Fleisher, protagonizada por Charlton Heston, Edwuard G Robinson y Leigh Taylor Young, en la que se plantea cómo el calentamiento global y el exceso de industrialización, la explotación no sustentable de los recursos llevaron al planeta a que casi no hubiera vegetación, comestibles, agua potable, etc., por lo que se alimentan de un sustituto llamado soylent.  Pueden buscarla en internet.. Ya casi no es una película de ciencia-ficción.

Yo veo cómo en nuestro país, México, se practica la deforestación con singular alegría, se incendian bosques para sembrar un endémico maíz, que muchas veces no llega a cultivarse. Nuestra agricultura está por los suelos. Importamos maíz y frijol, principales alimentos de las clases de escasos recursos.

Agredimos al medio ambiente en todas las formas posibles: generamos basura no biodegradable en cantidades estratosféricas. Nos hacinamos en ciudades donde cada vez prevalece más la inseguridad, la contaminación, la indiferencia hacia todo lo que no seamos nosotros y nuestro bienestar.

El tiempo vuela, se nos escurre entre los dedos. sin que pongamos nuestro granito de arena para modificar la indiferencia hacia el deterioro del medio ambiente. Hoy es un buen día para emprender acciones concisas para mejorar nuestro hábitat.

Desde el punto de vista de nuestras metas. ¿Cómo vamos?  ¿Las estamos construyendo día a día? ¿Las dejamos escritas en la hojita de “buenas intenciones” que escribimos el fin de año?

Vamos a ponernos las pilas y empezar esta segunda tercera parte del año con diligencia y amor, con entusiasmo y compromiso.

¡Podemos hacerlo! ¡Vamos a hacerlo!

ECOCIDIO

Los que habitamos en la ciudad de México hemos vivido una temporada de cambios espectaculares en el clima en muy poco tiempo. De pronto nos estamos helando y a los dos días tenemos la misma temperatura que Cancún (29°/ 30°). En un día un ventarrón tira 700 árboles, al otro, la contaminación se eleva a niveles intolerables y el viento no sopla ni de milagro.

Hay muchas explicaciones técnicas al respecto en las que no voy a entrar porque pueden verlas en internet en cualquier momento. Lo que me interesa abordar es que estamos viviendo un cambio climático muy importante y no estamos tomando conciencia de ello.

Hemos agredido a nuestro hábitat en una forma inmisericorde e inconsciente, y cada día empezamos a pagar el precio de esta conducta criminal. Criminal porque estamos practicando un ecocidio. Estamos matando seres vivos, animales y plantas que están en peligro de extinción o que ya sólo existen en los libros, y nos estamos suicidando al mismo tiempo.

¿Podemos hacer algo al respecto? ¡Sí!

  • Tomemos consciencia del ecocidio que estamos practicando.
  • Cada uno, en su microcosmos, genere un cambio de actitud y, por lo tanto, una conducta que nos lleve a enderezar el rumbo.

Hay pequeñas cosas que pueden aportar mucho a ese cambio.

  • Revisa tus artículos de limpieza y toma nota si utilizas detergentes biodegradables, desinfectantes no tóxicos y productos que no dañen al medio ambiente.
  • Rememora qué haces con las bolsas de plástico en las que surten mercancía, y si has hecho algo para que los grandes almacenes las fabriquen con material biodegradable.
  • ¿Utilizas papelería reciclada?
  • ¿Separas la basura orgánica para composta?
  • ¿Todavía utilizas productos de unicel como vasos y platos o empaques para comida?
  • ¿Tiras a la basura los cubiertos de plástico en lugar de lavarlos y reutilizarlos?
  • ¿Cierras la llave del agua mientras te lavas los dientes?
  • ¿Te bañas sin desperdiciar el agua?
  • ¿Desconectas todos los aparatos eléctricos mientras no los utilizas?
  • ¿Haces un uso razonable del agua y electricidad en todas tus actividades?
  • ¿Le das mantenimiento a tu auto para que no contamine el ambiente?

Hay muchas cosas que podemos hacer en el día a día, sin que gastemos más ni perjudiquemos a nadie.

¡Hoy es una buena oportunidad de empezar a aplicar una conciencia ecológica!

¡Vamos a hacerlo!

Nota: Hay una película titulada en español “Cuando el destino nos alcance” (en Inglés Soylent Green), basada en la novela ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio! de Harry Harrison (1966), en la que presentan una población donde la polución llega a niveles inadecuados para sostener la vida. Pueden bajarla de internet y percatarse que para allá vamos.