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¿PSICÓLOGOS O COMERCIANTES?

¿Psicología o comercio?

Hace poco me tocó escuchar a una persona en una conferencia sobre una posibilidad de reconciliación con los padres muertos.

Cuando mostró, después de publicitar su negocio, la primera diapositiva sobre el tema, quedé sorprendida porque mostraba conceptos equívocos sobre conceptos básicos, no ya de psicología, sino de sentido común. Por ello procedí a evaluar, con rigor científico, todo lo que decía, hacía y transmitía.

En su lenguaje corporal (gestos, ademanes, postura, vestimenta, forma de caminar, dirección de la mirada) y en el contenido verbal de su mensaje proyectó:
• Rigidez
• Distancia
• Frialdad
• Soberbia
• Una Posición existencial de superioridad +/-
• Perfeccionismo
• Personalidad anal o retentiva
• “Estreñimiento mental”
• Astucia
• Seguridad
• Firmeza
• Mirada mostraba material inventado
• Mentalidad fría y calculadora
• Voz:
o Falta de modulación
o Timbre agudo
o Ritmo acelerado
o Pausas obligadas para tomar aliento nada más
o Tono alto
o Énfasis sólo al momento de ofrecer sus productos a la venta.

El mensaje tentativo fue sembrar la idea de que, en una sola sesión, se puede llegar a convertir la “rabia” que siente una persona en AMOR.

Habló de polaridad, definiendo el concepto como contraste = blanco-negro, abajo-arriba, día-noche. En eso coincidió con lo escrito por el filósofo J. Ferrater Mora que describe la polaridad así:

“POLARIDAD. Por analogía con los polos (Norte y Sur), que están opuestos entre sí, pero están relacionados —o, si se quiere, están relacionados en la forma de la oposición, o de la contraposición-, se habla, o puede hablarse, de polaridad para referirse a realidades, o a conceptos, o a doctrinas polarmente relacionadas, es decir, contrapuestas. La idea de polaridad en varios sentidos de esta palabra es muy vieja en filosofía y, en rigor, es más antigua que la filosofía misma, como lo muestra el estar incorporada en muchos lenguajes”.

Y con la definición de la RAE:

“Condición de lo que tiene propiedades o potencias opuestas, en partes o direcciones contrarias, como los polos”.

En su diapositiva mencionó como como sentimientos al AMOR, IRA, MIEDO Y TRISTEZA que son emociones. Hay una enorme diferencia entre unos y otros: cambios en la bioquímica del cuerpo, intensidad, duración, impacto.

La polaridad del amor puede ser el desamor; del miedo, la seguridad; de la tristeza, la alegría, y de la ira, la ecuanimidad que puede lograrse mediante el manejo emocional asertivo de los estímulos internos o externos que la generan.

Acto seguido procedió a efectuar una visualización para la cual pidió no hubiera cruces energéticos mediante brazos o piernas cruzados (OK), ojos cerrados (OK), el regazo libre (OK), mano izquierda sobre el estómago y derecha sobre el corazón (¿objetivo?) (¿no hay ahí un cruce?), respiración adecuada (OK).

Mediante un CD introdujo una grabación con una voz melodiosa, buena dicción, modulación, tono y ritmo, con una música instrumental de fondo adecuada. Los participantes fueron conducidos a un lugar que les agradara y cubrió los tres canales de la PNL, después de lo cual visualizaron a sus padres, muertos o vivos, y los conectó con ellos, por lo que muchas personas empezaron a llorar, sobre todo aquellas cuyos padres habían muerto hacía poco o no habían resuelto su duelo.

Manipuló los sentimientos de dolor, culpa, remordimiento, resentimiento, y la emoción de la tristeza.

Manejó la técnica de fade out como apoyo para quitar la imagen negativa y se brincó una fase muy importante. (Fade out es una técnica cinematográfica que causa la imagen se oscurezca y desaparezca).

No hubo un cierre apropiado y las personas quedaron emocionalmente vulnerables. Ahí terminó la grabación y la persona que manejó la ponencia utilizó inmediatamente 10 minutos para promover la venta de ese CD con la relajación, y del libro donde vienen las instrucciones para utilizarlo, además de otros libros, cursos, terapias, etc.

Los participantes corrieron a comprarlos como una panacea para modificar la forma en que se sentían respecto a sus padres.

Yo me preguntó si eso no es falta de ética,, si eso es psicología o la comercialización de la psicología al inducir a un estado emocional vulnerable a las personas, y dejarlas abiertas para aprovechar el momento para venderles ciertos productos para “aliviar” su dolor.

El estrés y los niños

Hace algunos años me impactó conocer a un niño que a los ocho años ya sufría de una úlcera gástrica. No se debía a la alimentación,  y lo que parecía ser el origen de su dolencia era el estrés generado por una situación del divorcio violento de sus padres, además de que el chico asistía a una escuela católica, conservadora, sólo de varones.

Desde entonces me he encontrado muchos casos similares, niños  y jóvenes que padecen enfermedades del sistema digestivo, desde gastritis hasta colitis nerviosa. ¿Qué está pasando con esa época maravillosa que era la infancia llena de sueños, fantasías, juegos, creatividad, espontaneidad, alegría, crecimiento sano?

Los niños hoy día nacen con un chip cibernético integrado y con el reto de utilizarlo a toda hora, cosa que los padres propician regalándoles juegos como Nintendo y compañía, y recurriendo todos los días a la nana electrónica (TV).

Son pocos los niños que utilizan los avances tecnológicos a su disposición para adquirir conocimientos y cultivarse, la mayoría los usa para evadirse de una realidad que no le satisface, tal vez por estar dentro de:

  • un hogar monoparental que no cuenta con una figura masculina o femenina sustituta.
  • una familia mixta (los tuyos, los míos y los nuestros).
  • una dinámica familiar disfuncional y enfermiza.
  • una familia donde prevalece la violencia psicológica, emocional, física, sexual.
  • un estrato social con el que nadie de la familia está conforme, por lo que viven “aparentando” que tienen uno superior.
  • una escuela con métodos educativos anacrónicos, obsoletos, absurdos.
  • Una competencia desigual en la escuela por razones de edad, capacidad cognitiva, intelectual, física, con sus compañeros.
  • Un grupo de niños que abusa de él (bullying).

El nivel de frustración y rabia que sienten muchos niños y jóvenes, en ocasiones sin identificar la causa, es altísimo y el no canalizarlas y manejarlas en forma adecuada, más la represión y disimulo que llevan a cabo, significan un desgaste energético muy fuerte que termina por minar su sistema inmunológico, lo que abre la puerta de las enfermedades psicosomáticas.

Otro factor negativo es que los niños cada vez hacen menos deporte y ejercicio, por lo que acumulan una enorme cantidad de energía que no se “gasta”  mediante el uso de juegos electrónicos o al ver pasivamente la televisión.

¿Qué hacer? Acercarnos a nuestros hijos y nietos. Jugar con ellos todo tipo de juegos de mesa, acertijos, teatro guiñol, disfraces, competencias creativas, pintar, dibujar, modelar en masa, plastilina, barro, cantar, bailar. Salir a estar en contacto con la naturaleza en un parque, jardín, bosque, valle, y purificar el cuerpo y la mente. Enseñarles el camino de la relajación y la meditación, la introspección y el contacto con su mundo interno.

Si ya son adolescentes, la cosa es más difícil si no ha habido una comunicación previa mediante las prácticas anteriores, por lo que se les puede facilitar el acceso a grupos deportivos, musicales, clases de teatro, baile, pintura, disciplinas como el karate o tae  kwon do. etc., y dejarlos que agarren el paso.

LO MÁS IMPORTANTE:  ¡¡¡ ESCUCHARLOS !!!

¡SIN JUZGAR!

¡SIN CRITICAR!

¡SIN SERMONEAR!

¡SIN DAR SOLUCIONES!

¡SIN OPINAR!

¡SIN INTERFERIR!

¡SIN INFERIR O SUPONER!

¡SIN REPRESALIAS!

ESCUCHARLOS con la mente y el corazón abierto. Darles todo su amor, apoyo, compañía, protección, aliento, ternura, mimos, complicidad.

Revisen si ustedes están modelando un manejo del estrés en forma asertiva. Tal vez si no lo están haciendo, el empezar a hacerlo sea una manera de que ellos aprendan, en vivo y a todo color, cómo manejar el estrés que están viviendo. Sin palabras. Con el ejemplo. Así aprenden los hijos. 

¿Cómo les va en este sentido con sus hijos o nietos?