Archivo de etiquetas| pasado

# YO ME QUEDO EN CASA (2)

Ya nos hemos organizado, dividido tareas domésticas (y didácticas si hay niños), ya hemos encontrado cómo entretenernos y divertirnos en este encierro obligado. Ya practicamos ejercicios de relajación, meditación o yoga para canalizar el estrés, vamos ahora a dar un paso más adelante: vamos a hacer ejercicios de introspección.

La definición de la palabra nos dice que introspección es la observación que una persona hace de su propia conciencia, o de sus estados de ánimo para reflexionar sobre ellos.

Nos conviene tomar unos minutos al día para TOMAR CONCIENCIA sobe cómo reaccionamos ante las crisis, cómo manejamos el estrés, cómo nos altera el que rompan nuestra rutina, lo que nos pasa al “descubrir” aspectos en la personalidad de nuestros seres queridos que no nos agradan, el temor a la enfermedad y la muerte, y a un futuro incierto. Escribir sobre lo que descubrimos nos facilitará el análisis y el sacar conclusiones y pasar al aprendizaje. Es importante NO compartir lo que escribimos en estos momentos, más adelante podremos encontrar un momento oportuno si es necesario hacerlo.

Podemos empezar por hacerlo desde un abordaje intelectual y utilizar nuestra “mente racional” (Inteligencia Emocional), para hacer una lista de todo lo que pensamos sobre lo que nos pasa. Después podemos, un punto a la vez, profundizar y contactar nuestras emociones y sentimientos “mente emocional” que estamos viviendo al respecto : por ejemplo, ante la crisis:

  • Podemos sentir las emociones de MIEDO, IRA y/o TRISTEZA. Comprueba cuál predomina y es más intensa, y permanece más tiempo. Las emociones se canalizan.
  • Nos podemos sentir invadidos por sentimientos de inseguridad, culpa, confusión, incertidumbre, inadecuación, etc. ¿Cuánto, cuando, ante qué, con quién, cuánto duran? Los sentimientos se procesan o elaboran.
  • Conviene abordar nuestras emociones y sentimientos asociadas a cada uno de los puntos que anotamos al principio.
  • Esto nos permitirá tener una cierta estabilidad emocional.

Tomemos en cuenta que lo que sentimos puede estar asociado a situaciones o vivencias del pasado, por lo que puede “contaminar” nuestro presente, favorecer que crezcan en intensidad nuestras emociones, generar respuestas inadecuadas, y dificultar que practiquemos la asertividad.

Así que es una magnífica oportunidad de eliminar de nuestro bagaje emocional todo lo negativo que hemos guardado durante años y que nos impide ser plenamente felices. En este blog encontrarán mucha información sobre Inteligencia Emocional y el manejo de las emociones.

Si ya estamos al día en el aspecto emocional, podemos empezar a utilizar unos minutos al día para visualizar nuestro futuro.  Podemos soñar sobre lo que queremos hacer en lo que nos queda de vida, y definir cómo vamos a construir nuestros sueños.

Par ello es indispensable contar con UN PROYECTO DE VIDA PERSONAL, UNO DE PAREJA Y UNO DE FAMILIA.

Tal vez ya los tienes, POR ESCRITO (si no lo tienes en “blanco y negro” NO SIRVEN), puede ser útil actualizarlos, revisarlos y modificarlos si es necesario.

Piensa en la oportunidad que te da la vida, mediante este encierro obligatorio,  de hacer todo esto para darle sentido a tu vida y poder trascender. Utiliza unos minutos al día para ti, para poder planear y organizar tu futuro, compartir un proyecto de vida en pareja con metas comunes, y poder diseñar un proyecto de familia (a pesar de estar separados, divorciados, ser madre solera)..

Seguiré compartiendo “tips” para hacer productivo el estar confinados tanto tiempo.

En mis libros podrás encontrar muchos ejercicios para lograr estos objetivos. También existen muchos más que ya puedes descargar, en forma gratuita, en internet. Todo lo que necesitas es querer hacerlo.  ¡ADELANTE!

 

ENCUENTRO CON EL PASADO

Puede ser que, sin planearlo, nos encontremos con una persona que no veíamos desde hacía 20 años. Este encuentro puede quedar en lo banal: “Estás igualito” (qué viejo estaba), “Nos vemos uno de estos días”, o puede ser útil para llevar a cabo varias reflexiones.

A nosotros no nos sirve constatar si la otra persona se ve deteriorada o si ha mejorado en todos los aspectos. Lo importante es aplicar la teoría del espejo.

Vamos a hacer un ejercicio de introspección para VER Y ANALIZAR cómo estábamos en aquellas fechas, qué hacíamos, cuáles eran nuestros sueños y cuáles hemos cumplido. Después de cada renglón, si hay asuntos pendientes,  vamos a contestar la pregunta ¿Qué voy a hacer? Si somos capaces, también nos preguntaremos ¿Para qué me desvié de mis sueños?  y especificaremos acciones precisas para resolver lo que sea conveniente.

Podemos empezar por el aspecto físico: ¿Ha habido un deterioro más allá de lo normal por el paso del tiempo? ¿Por qué? ¿Para qué?

En cuanto a nuestra mente: ¿Sigue siendo ágil, versátil, está actualizada, la utilizamos productivamente, la actualizamos todos los días? ¿Nos hemos refugiado en el conformismo, la rutina, la mediocridad, en el día a día, evitando pensar y desarrollarla por flojera o por miedo?

Respecto al área emocional: ¿Nuestro Cociente emocional se ha incrementado con resultados positivos para mí y los míos?  ¿He evitado manejar mis emociones, reprimiéndolas, ocultándolas, disfrazándolas, y me la paso en juegos psicológicos o en relaciones de co-dependencia con quienes me rodean? ¿Tengo un Proyecto de vida personal, uno de pareja y uno de familia? ¿Mi pareja e hijos lo tienen? ¿Son independientes y autosuficientes en todas las áreas si ya son mayores?

¿La espiritualidad forma parte de mis pensamientos, emociones, acciones?

¿Conocía en aquel entonces y conozco hoy mi Misión en la vida? ¿Vivo de acuerdo con mi Misión?  Si no conocemos nuestra Misión, vivimos una vida sin sentido.

¿He logrado practicar el desapego de los objetos materiales o sigo “coleccionando” recuerdos del pasado que no quiero dejar ir?  ¿Me afecta mucho el estatus social y económico o hay otros valores que norman mi vida?

¿He cerrado los duelos por las pérdidas importantes que me han afectado: divorcio, empleo, familia, o traigo las heridas abiertas porque pienso que el tiempo lo va a resolver?

Como vemos, hay mucho que podemos aprender de este encuentro fortuito. La vida nos pone Maestros en el camino para que aprendamos de ellos, con ellos, a través de ellos.

Vamos a seguir nuestro camino hacia nuestra meta final, la muerte,  con la satisfacción de vivir a plenitud cada minuto de nuestra existencia.

 

 

 

 

Noviembre 27 del 2014

Renovación 332

Es lógico que deseemos correr a toda prisa hacia nuestras metas, cuando nos percatamos que hemos estado mucho tiempo dormidos, en el autoengaño, en la co-dependencia.

Es un impulso entendible que digamos que vamos a recuperar el tiempo perdido, y que vamos a lograr lo que no hemos hecho en 30, 40, 50 años en muy poco tiempo.

En el caso de que nos despertemos por la mañana un poco tarde y pretendamos ir a hacer jogging sin vestirnos de acuerdo al clima del día, sin haber ido al baño a eliminar los sobrantes de nuestro organismo, sin aclarar nuestra mente y ubicarnos en el aquí y ahora, sin llevar a cabo algunos ejercicios de calentamiento muscular, lo más probable es que consigamos, cuando menos, una contractura muscular, un enfriamiento, un malestar general. Además de que no vamos a “recuperar el tiempo” que pasamos dormidos.

Dicen por ahí que “más vale paso que dure y no trote que canse”, lo que nos lleva a reconocer que si nos ponemos a correr a toda velocidad, sin sentido, sin planear lo que vamos a hacer, es probable que nos cansemos y abandonemos la carrera a mitad del camino.

¿Recuperar el tiempo perdido? Será perdido si así lo deseamos. Todo lo que pasó, pasó PARA ALGO, y hay una lección ahí para ser aprendida y seguir avanzando.

No seríamos lo que somos hoy sin ese pasado.

Tal vez fue el tiempo que necesitábamos como orugas para terminar nuestra metamorfosis. ¿Corto o largo? ¿Para quién? ¿Según quién?

Aprendamos del pasado, demos las gracias a todas las personas que participaron en él de una u otra forma, aun cuando hayamos sufrido por su presencia, y dejémoslo ir.

No fue tiempo perdido. Fue el tiempo justo que nosotros necesitábamos para despertar y asimilar lo vivido.

Noviembre 14 del 2014

Renovación 319
Estamos donde nuestra mente está”.

Muchas veces nos hemos encontrado un hecho intempestivo mientras estamos realizando una labor más o menos rutinaria, por ejemplo, mientras guisamos, escribimos en la computadora, compramos en el supermercado las provisiones de la semana, o vamos manejando el auto.

Traemos en la cabeza muchos asuntos pendientes, o en el corazón muchas congojas, y ahí están zumbando como moscardones día y noche, sin descanso.

De pronto, nos encontramos que en lugar de conducir el auto a la escuela de los niños, nos encontramos camino a casa, o ha sonado repetidas veces el teléfono y no lo hemos escuchado, nos hemos cortado al picar las verduras a pesar de ser expertas en la labor, o traemos un calcetín de un color distinto al otro, etc.

En estos casos, no importa dónde nos encontramos físicamente, nuestra mente está en otro lado diferente y, como no tenemos el don de la ubicuidad, lo más probable es que terminemos con un accidente porque no estamos capacitados para esa ubicación dual. Nuestra concentración es muy baja.

Un reto a la vez.

Encaremos los retos y los desafíos, uno primero y, cuando lo hayamos resuelto, atendamos otro.

Tener muchos frente de lucha abiertos al mismo tiempo, facilita que cometamos errores en alguno de ellos y el que nuestra energía disminuya, además de que puede presentarse la contingencia de que nos rebase las necesidad de atenderlos en forma simultánea.

Así que mantengamos mente y cuerpo en el aquí y ahora, en el momento presente. El pasado ya pasó y no podemos cambiarlo.

Estar “rumiando” lo acontecido sólo nos agotará emocionalmente.

Lo que sí está en nuestra manos es el futuro que construimos hoy, mediante nuestro Proyecto de vida personal.

Conviene fijar un tiempo breve para aislarnos a pensar, analizar, calcular, razonar, medir acciones y sus consecuencias, encontrar opciones para mejorar, y para solucionar conflictos o situaciones delicadas.

“Los accidentes no nacen, se hacen”. Vamos a evitarlos.

Septiembre 25 del 2014

Renovación 269

Vivir el hoy no significa ignorar el mañana ni olvidar el ayer.

Lo único que tenemos en nuestras manos es el momento presente, y por ello es necesario que aprendamos a utilizarlo en forma asertiva y productiva, de manera intensa y total.

El pasado ya no está. Nos dejó una serie de enseñanzas que pueden facilitar nuestro desempeño hoy, hacer más fácil el camino hacia nuestras metas. Ignorarlo u olvidarlo sin extraer las lecciones que contiene, es como volver a empezar en cero cada día, a repetir los mismos errores, a dar vueltas en círculos en lugar de avanzar.

El mañana lo construimos hoy. Si sembramos peras, cosecharemos peras. Si edificamos una casa, tendremos una vivienda.
Soñar el futuro es indispensable para poderlo construir, planear nuestros actos, avanzar hacia el logro de lo que deseamos ser, tener, hacer.

Tener un Proyecto de vida de aquí hasta nuestra muerte es necesario para llegar a la trascendencia e irnos con la tranquilidad de haber cumplido nuestra Misión en este mundo.

Saber qué queremos, planear y organizar nuestras acciones y recursos físicos, mentales, materiales, espirituales, para lograrlo, nos dará la certeza de estar viviendo a plenitud, no sobreviviendo ni desperdiciando el tiempo.

Vamos a revisar, diseñar, fortalecer, nuestro proyecto de vida.