En algunas partes ya están en el proceso de establecer medidas para salir, poco a poco, del confinamiento al que nos hemos visto sometidos estos últimos meses.
En México, donde no tenemos certeza ni información sobre la situación de la pandemia del Covit19, algunos por necesidad de sobrevivencia de sus familiares, otros por alguna emergencia médica, ya hemos tenido que salir de casa.
En mi caso fui al dentista. Era imprescindible e impostergable, Note que la sensación de salir de casa después de 80 días encerrada, no fue de alegría, o de libertad, fue de MIEDO. Un miedo irracional, plagado de desconfianza sobre las personas a mii alrededor y sobre si había yo tocado algo que pudiese estar contaminado. Pensé que era porque soy escrupulosa hasta el infinito sobre las cosas que han entrado a mi casa (ninguna persona por cierto), y las desinfecto con alcohol puro, cloro o desinfectantes comerciales, agua y jabón, etc.
Mi sorpresa fue que al comentar esto con vecinos y amistades resultó que no soy la excepción: formo parte de un nutrido grupo de personas que salen del confinamiento al que se han sometido (en el caso de México, VOLUNTARIAMENTE), y se sienten tan incómodas que solo quieren regresar a casa, quitarse todo lo que traen puesto, lavarlo, desinfectarlo y volver a retomar su zona de confort donde se sienten seguras ante el virus.
Es todo un síndrome que conlleva todos los síntomas del estrés, por lo que es conveniente manejarlo y eliminarlo. Volver a la “normalidad”” es imposible, porque las circunstancias han cambiado: lo que era “normal” antes de la pandemia, ya no lo es ahora. Estamos ante una situación diferente que exige respuestas diferentes: ES NECESARIO APRENDER A CONVIVIR CON EL VIRUS, QUE SEGUIRÁ PRESENTE EN NUESTRO HBITART, AÚN NO SABEMOS POR CUANDTO TIEMPO.
Hay actividades que se tienen que reanudar, no hablo de volver a las clases presenciales en las escuelas o institutos, sino de todas aquellas que conducen a una economía sana y productiva. Por cierto, el ir a inaugurar obras inviables, improductivas, onerosas y que dañan al medio ambiente, no conduce a una economía sana y productiva, ni es necesario ni aconsejable. ¿Cuál es el objetivo? ¿A quiénes se está exponiendo al contagio?, Es indispensable PENSAR, ANALIZAR, PRIORIZAR, Y DECIDIR QUÉ ES LO MÁS CONVENIENTE PARA NOSOTROS Y LOS QUE NOS RODEAN.
El contacto social puede empezar si se toman en cuenta las medidas de protección básicas; cubre-bocas y una sana distancia entre las personas. Volver a ver a nuestros familiar4es y amigos, sentir su energía y cariño, puede ser muy positivo para el sistema inmunológico.
Es importante que el proceso de ”des-confinamiento” sea paulatino y progresivo: poco a poco, un paso a la vez y solo avanzar cuando nos sintamos listos para el siguiente.
¡ADELANTE! ¡POCO A POCO CON PASO FIRME Y SEGURO!