La semana llega a su fin, con sus festejos, alegrías, nostalgias, tristezas, amor, carencias, y nos sentimos un poco (o un mucho) cansados de tanta euforia, reuniones, ir de aquí para allá, preparativos, comelitonas, desveladas.
Vamos a darnos un respiro y a recuperar fuerzas.
Relájate en tu casa.
Escucha música tranquila o sonidos de la naturaleza
Medita.
Camina en el parque cercano a tu vivienda.
Observa la naturaleza. Tal vez los árboles estén secos, desprovistos de follaje, mientras en su interior la savia está fortaleciendo todas sus partes para resistir el frío y poder generar los brotes de vida nueva. Nosotros podemos hacer lo mismo y vencer al frío de la soledad, si aprendemos a estar con nosotros mismos y empezamos a aceptarnos.
Aceptarnos no quiere decir conformarnos. El conformismo es para los mediocres. Saber cómo somos nos permite soñar y construir el camino para ser cómo queremos ser.
Hoy vamos a descansar y a relajarnos para dejar que la vida fluya en nuestro interior.
Vamos a entrar en el flujo de la vida armónica de la naturaleza, sin tanto pensar o analizar.
Vamos a vivir el gozo de sentir la paz interna.