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# YO ME QUEDO EN CASA (22)

Hay un hombre de alrededor de 60 años, con el aspecto de un campesino, que solía pasar los sábados y domingos, tocando conocidos boleros con su clarinete, frente al edificio donde vivo, mientras recorría toda la avenida. Algunos vecinos se asoman a los balcones o ventanas y le lanzan monedas que él recogía con su viejo sombrero de paja. Yo soy una de las que retribuía su esfuerzo al no pedir limosna, sino endulzarnos la vida con su música.

Con esto del encierro, en ocasiones, me confundo y no sé si es domingo o lunes. Ccreo que es algo que a todos nos pasa, en cualquier lugar del mundo.

Digo esto porque hoy me percaté que este músico ya no viene solo los fines de semana, sino todos los días. ¿Por qué? ¿Será porque ya no tiene su trabajo de lunes a viernes?  ¿También a él le afectó la crisis económica?  Por lo pronto, los próximos días le daré una propina más elevada que la usual.

En mi caso, a pesar de que la persona que limpia la casa no está viniendo a trabajar, para que se quede segura en sus vivienda, les estoy pagando su sueldo. Es una forma de apoyarla porque ese dinero es esencial para la sobrevivencia de su familia. Espero que todos estén haciendo lo mismo con las personas que ayudan en casa: asistentes, choferes, jardineros.

Por ahí dicen que al perro más flaco le caen más pulgas. Para miles de personas que viven al día, quedarse sin empleo significa hambre y penalidades. Tal vez podamos compartir algo por medio de la ayuda comunitaria establecida en el templo al que asistimos, la ONG que sabemos sí hace llegar la ayuda a quien lo necesita, al Dispensario que nos queda cerca.  Compartamos algo de lo que tenemos con quien lo necesita. El flujo de la abundancia llegará a nosotros al hacerlo.

Vamos a incluirlos en nuestra oración de minutos antes de las ocho de la noche, antes de los aplausos. En algunos países hay establecida una ayuda gubernamental  para el desempleo, y les dan el 70% de su sueldo. En México, eso no existe,  para muchos la realidad es que si no trabajan, no comen, y si promediamos cuatro o cinco personas por familia, el cálculo es aterrador. Tenemos una economía en declive, y lo peor es que no se ve una luz al final del camino que llevamos. Sé que es hay algo podemos hacer: enviar energía positiva al universo para que se ina a la de miles o millones de personas que hagan lo mismo y, todos unidos, cambiemos la vibración negativa que la pandemia trae consigo.

 

MEXICO Y SUS PUENTES

Ya en una ocasión toqué este punto, lo estoy recordando porque el domingo me invitaron a disfrutar unos deliciosos tamales chiapanecos, y en la reunión dijeron que ellos empezaban el puente Conchita- Reyes (8 de diciembre a 7 de enero), desde ese festejo.

No es que no se presenten en la oficina, fábrica, empresa, negocio, del que son dueños o en donde colaboran, sino que sólo se hace lo indispensable para sobrevivir. Nada de clientes nuevos, abrir expedientes o créditos, etc. Es suficiente, si acaso, darle salida a los que tienen meses esperando. Rige la ley del mínimo esfuerzo.
Muchos de nosotros no transitamos por el puente mencionado, es más, ni siquiera vamos a salir de vacaciones, nos toca quedarnos a cubrir guardias, o a atender a despistados.

De cualquiera de las formas en que enfrenten estas fechas, háganlo con una actitud positiva, haya pasado lo que haya pasado.

Por ejemplo, si un ser querido murió hace poco, piensen que él o ella están presentes en sus vidas, de hecho, está con ustedes, en ustedes. Vivan su recuerdo con amor y paz. Hagan un Memory Book (un álbum de recuerdos) con todas las fotos y anécdotas de Navidad y Año Nuevo que compartieron en donde estuvo presente la alegría y el optimismo.
Ese es el mayor tributo que pueden hacer a su memoria.

Si están desempleados y sin dinero, piensen que es cierto que cuando más frío hace y más oscuro está, es justo antes del amanecer. Esto lo he comprobado los últimos días porque se me ocurrió ver en el teléfono móvil la temperatura a las 3 de la madrugada, y después a las 7 cuando ya el sol asomaba en el horizonte. La diferencia puede ser hasta de 8 grados o más. Pasa igual con la oscuridad.

Podemos renegar, maldecir, deprimirnos, y no ganamos nada, por el contrario, vamos a estar de mal humor, fastidiar a todo mundo y, tal vez, hasta enfermarnos seriamente.

Podemos también, fortalecernos, relajarnos, dejar que la vida fluya y encontrar nuevas formas de enfrentar la crisis utilizando nuestra creatividad e imaginación.

No importa lo mal que puedan estar las cosas, hay una salida y podemos encontrarla si no nos obsesionamos con la etiqueta de “pobre de mí”.

Así que reflexiona cómo estás enfrentando estos festejos, puentes, tradiciones, etc., y empieza a pensar positivo, a sentir emociones y sentimientos positivos, y la luz y el calor llegarán a ti.

Ten fe. Puedes hacerlo.

ENFRENTAR LAS CRISIS.

Hay crisis económicas, sociales, políticas, culturales, y de todo tipo en muchísimas partes del mundo. Existe el desempleo, el encogimiento de los servicios prestado por el estado en forma gratuita, la pérdida de poder adquisitivo, etc.

Esto es una realidad ante la que muchas personas responden suspirando por el pasado, cuando había bonanza en todos sentidos. En aquel entonces, muchos no la valoraron, ni la cuidaron, sino que la dilapidaron con singular alegría, en la inconsciencia del que recibe mucho, sin pedirlo casi. Hoy se la pasan diciendo que todo tiempo pasado fue mejor.

Que bueno que tuviste mucho: casas, coches, que hiciste mucho: viajar, ir a restaurantes, teatros, cines, comprar, comprar, comprar todo y de todo. Eso se acabó. Tu realidad, la realidad de muchos, es que ahora no hay dinero de sobra, no hay trabajo, las cosas cuestan más y el ingreso es menor, la asistencia médica ya no es gratuita, etc., etc. Suspirar por el pasado no sirve más que para gastar energía. Lo único que funciona es aceptar las cosas como son y trazar estrategias para mejorar la situación en que nos encontramos.

Hay quien no vive lamentando todo lo que no valoró y si tenía n el pasado, y que tampoco vive en el aquí y ahora. Se evade por medio de la fantasía y sueña en un futuro donde sus problemas estarán resueltos. Soñar es válido, es indispensable y ¡OJO! Conviene recordar que los sueños se construyen día a día, mediante el trabajo y esfuerzo constante para cumplir metas y objetivos previamente trazados. Vivir esperando que la Lotería, la Virgencita de Guadalupe, San Judas Tadeo, le resuelvan sus problemas, no va a servir de nada.

En alguna forma estamos hablando de un proceso tanatológico en muchas de estas crisis,  puesto que hay una pérdida. ¿Qué conviene hacer? Pasar de la fase de la Negación, estudiar y analizar la realidad en todas sus facetas, es el camino para llegar a la aceptación.

El manejo emocional es básico para evitar caer en una depresión: por ejemplo, es probable que sientas mucho enojo por la situación en que te encuentras, canalízalo y aprende la lección. Es natural que sientas miedo, manéjalo, analízalo y encuentra fuentes de protección y seguridad. Puedes sentir tristeza, vívela y déjala ir.

Si no manejas tus emociones y dejas que te dominen tus sentimientos, te vas a deprimir, y tendrás menos energía para impulsarte hacía adelante, pensar con claridad, ser asertivo, utilizar tu creatividad para encontrar nuevos caminos, nuevas formas de obtener ingresos.

¿Qué hacer cuando todo nos sale mal?

Esta pregunta nos la hemos hecho muchas veces, inclusive hemos asistido a cursos y seminarios, comprado libros, escuchado programas radiofónicos, en la búsqueda de orientación para salir del atolladero en que nos sentimos.

La frase clave es nos sentimos, no dije nos encontramos o estamos. La diferencia es la forma en que percibimos el cúmulo de circunstancias, adversas tal vez, que han roto nuestra cotidianeidad, nuestra rutina, la comodidad de tener respuestas para todo.

Voy a poner un ejemplo extremo: una persona puede perder su empleo y no encontrar otro en forma inmediata. Como consecuencia de ello, perderá el estatus económico y social que tenía: tendrá que cambiar a los hijos de una escuela privada a una pública, puede tener que vender el auto o su casa, porque no tiene dinero para continuar los pagos mensuales, por lo que irá a vivir con sus padres y se desplazará en transporte colectivo (esto es muy común en muchos países, nada más que en México, la clase media y media alta no utiliza el Metro ni los autobuses).

Es un caso crítico, como los que me tocó conocer cuando arranque el Programa de Apoyo a los Grupos de Empleo Creativo, en el año de 1995, y es probable que se esté presentando en muchos países que se han visto afectados por las repetitivas crisis económicas, políticas, de corrupción, etc. El Programa es un proyecto de varias semanas o meses, dependiendo de la frecuencia con se aplique. Aquí no voy a hablar de él, sino a considerar el estado de ánimo de alguien al que todo le sale mal.

Es importante enfrentar la realidad, no sólo nuestra realidad, si no la del medio del que formamos parte. No es a mí al que le salen mal las cosas, o al que le va mal, es a un sector de la sociedad vulnerable y desprotegido por lo general. Esto no quiere decir que “mal de muchos, consuelo de tontos”, sino que es un problema compartido con muchas personas, por lo que es conveniente buscar soluciones que puedan surgir de quienes padecen pérdidas parecidas a las nuestras.

Así ante mis pérdidas (empleo, estatus, vivienda, auto, escuela hijos, etc.), lo que conviene es vivir el duelo tanatológico hasta llegar a la aceptación, libres de emociones displacenteras y sentimientos negativos, para poder liberar nuestra creatividad y encontrar nuevas opciones para salir adelante, las que, por lógica, van a ser diferentes a las que yo solía generar en el pasado. Ante un reto nuevo, nuevas soluciones.

Si cambias el enfoque del problema, pueden surgir ángulos de salida que no vislumbrabas antes. Practícalo y comparte con nosostros tus vivencias.

CARTA A LOS ESPAÑOLES

Hace poco le escribí a una amiga que vive en Madrid, con el fin de darle ánimos para seguir adelante.  Seguramente todos saben la difícil situación que está atravesando España, país que conozco desde siempre, amo y respeto. Problemas económicos, corrupción, gobernabilidad, etc. Creo que no hay un antecedente así que recuerden las últimas generaciones.

Visité, por primera vez España cuando todavía Franco era su Dictador. He constatado su entrada a la democracia, su tránsito de ser un país lleno de carencias a uno que tenía unas prestaciones sociales envidiables, que manejó el turismo como una herramienta de prosperidad y logró sus metas, no sólo en ese campo si no en muchas otras áreas también.

Por otro lado, conozco personas que vivieron del paro durante años, otras que se prejubilaron con muy buen ingreso y han vivido como reyes durante más tiempo del que laboraron (sin tener ninguna discapacidad o impedimento para trabajar). Algunas familias, cuando las conocí, trabajaban padre, madre e hijos; después, sólo el padre laboraba, la mujer en casa y los hijos estudiando y aun así, se hicieron de su casita en el pueblo, o de un pisito en la playa, con lo cual tenían dos propiedades. Así que me consta como prosperaron unos y otros.

Me llama mucho la atención la cultura del consumismo que tienen en varios renglones, por ejemplo, en muchos niveles sociales, los empleados se toman su café mañanero en el establecimiento de la esquina de su casa, al mediodía vengan unas cañas con unas tapas, antes de ir a comer a casa (lo que incluía la sagrada siesta), o de comer en algún restaurante cercano al trabajo…y por la noche, vamos otra vez a tapear y a comer algo fuera de casa. Esta costumbre la presencié también en barrios de clase media en Río de Janeiro y en Buenos aires.

A mí me llama mucho la atención porque es algo que nosotros los mexicanos no hacemos. Salimos a cenar fuera de vez en cuando, a comer con la familia en algún restaurante para festejar algo, mas no es algo diario e inamovible. Si por razones del trabajo tenemos que comer fuera de casa, en la mayoría de las empresas ya hay un espacio con unas mesas y un horno de microondas, para que los colaboradores calienten los alimentos que traen de su casa. Muchos llevan ensalada, un sándwich y una fruta, y comen la cena caliente en casa.

Esto pasa en una gran mayoría de la población, aunque existe la “cultura del taco” que es comer de pie unos tacos de nenepil, suadero, maciza, nopales, chicharrón, longaniza, etc., acompañados de una bebida gaseosa, a la salida del Metro o cerca del trabajo. Poder hacer esto todos los días no es económico y el resultado es obesidad y desnutrición.

¿Por qué menciono esto? Porque tal vez llegó la hora de que los españoles cambien su relación con la comida y empiecen a tomar sus alimentos en casa y salir a pasear sin gastar tanto dinero. Revisar qué es indispensable o no en este renglón puede ayudar a equilibrar el presupuesto familiar.

Ahora bien, le decía a mi amiga en mi carta que los españoles tienen una gran ventaja sobre nosotros. ¡YA VIVIERON UN RÉGIMEN CON GRANDES PRESTACIONES SOCIALES! muchas de ellas están a años luz de que nosotros las alcancemos. Así que, si ya lo hicieron una vez, ya conocen el camino y SABEN QUE SÍ SE PUEDE LOGRAR.

Es cosa de analizar y modificar lo que se puede cambiar, fortalecer lo que se ha debilitado y generar una cultura diferente ante la crisis para manejar todo, empezando por la economía individual y familiar, que es la base de la economía nacional y mundial.

Todos los cambios cuestan y, en muchas ocasiones, duelen. La situación está como está y lamentarse no sirve de nada. Se puede generar una cultura anticorrupción con reglas claras, controles y seguimiento. El dejar que los demás resuelvan por nosotros tiene un precio. Si yo me la paso “tapeando”, hablando de toros, futbol y artistas, en lo que el alcalde tal, el Presidente X, el banquero astuto, los constructores voraces, hacen lo que les conviene (lucrar y desaparecer el dinero), no me extrañe que cuando despierte de mi aletargamiento no haya dinero en las arcas.

¡ÁNIMO HERMANOS! Aun en las condiciones en que están, tienen más que nosotros: ya conocen el camino para vivir mejor y, si se ponen listos, aprenderán de los errores cometidos que facilitaron que las ventajas sociales se perdieran. Tienen un pasado lleno de historia, de gloria en muchos campos, de ejemplos de lucha y superación. Van a salir adelante y volverán a ser el gran país que se merecen, sólo que hay que construirlo día a día, con sacrificio y decisión, con amor y tenacidad.