Dar la vuelta a la hoja del calendario porque se acaba el día y sigue uno más. Esto puede tener muchas variables: no es lo mismo ver llegar el nuevo día cuando se trata de una fecha especial, como puede ser nuestro cumpleaños o el de algún ser querido, el temido y deseado año 2000, con todo y sus profecías mayas y sus juegos de luces artificiales, o el inicio de un Año Nuevo.
Año Nuevo que llega, como todo lo nuevo, para ser estrenado. ¿Cómo vamos a estrenarlo? ¿Vamos a cometer los mismos errores del año que termina y los de los que le precedieron? ¿Vamos a reinventarnos? ¿Vamos a llevar a cabo un proceso de resiliencia?
Está en nuestras manos el decidir ser los dueños de nuestro futuro.
Podemos dejar de reaccionar a todo lo que sucede a nuestro alrededor como víctimas del infortunio o la mala suerte (reactivos), y anticiparnos a crear acciones que modifiquen lo que es nocivo en nuestro entorno (proactivos).
Si estamos en una relación destructiva, podemos salir de nuestra codependencia y responsabilizarnos de nuestra vida y de nuestras decisiones. Ya no decir más: “Es que no me deja, no puedo, tengo miedo”, y empezar a ser un ser autónomo, autosuficiente, responsable, capaz de amar y ser amado.
Si hemos estado en la posición de víctima, podemos salir de ella y poner límites a los que nos persiguen, acosan o lastiman. Hay muchas asociaciones de ayuda que pueden apoyarnos.
Tal vez hemos escrito nuestra “Lista de buenos deseos para el Año Nuevo”, que es igual a la del año que acaba o a la de hace diez años. Una lista de buenos deseos, no es una secuencia lógica de acciones específicas para lograr lo que deseamos.
Diseña tu Proyecto de vida personal por escrito y decide qué acción, por mínima que sea, vas a llevar a cabo cada día el próximo año y ¡Cúmplelo!
Vence el miedo a triunfar, a ser tú mismo, a vivir, a amar, a disfrutar. Tú mereces todo lo anterior y está en ti poder lograrlo.
En algunos lugares ya están a punto de cambiar de hoja del calendario. Para todos, en todo el mundo, deseo que el 2016 sea SU AÑO MÁS GOZOSO EN TODOS SENTIDOS.