Gracias por esta mañana húmeda y fresca.
Gracias por los débiles rayos de sol que luchan por salir de su prisión nubosa.
Gracias por un cielo azul que nos inspira paz.
Gracias por estar viva, por ser y estar.
Gracias por lo que sí tengo.
Gracias por el potencial con que cuento para obtener lo que no tengo.
Gracias hijo por regalarme en estas flores la alegría de la primavera.