Renovación 362
Es válido pedir ayuda si nos sentimos débiles, cansados, o no sabemos qué hacer, y es importante saber a quién recurrir.
Puede haber personas que nosotros esperamos que nos ayuden porque nos une algún lazo familiar o de amistad, y ellos no pueden, no saben, o no quieren ayudarnos. Aceptemos esa situación como una realidad y encontremos el apoyo o la ayuda en otro lado, con otras personas.
Si nosotros hemos sembrado, lo más probable es que podamos cosechar algo del apoyo que hemos brindado en el pasado, sin olvidar que existe la posibilidad de que alguien sea ingrato en ese sentido.
La ayuda llega a veces de las personas que menos imaginamos, de alguien a quien no hemos apoyado antes, alguien generoso y noble que tiene para dar y dar.
Por eso es conveniente que nos rodeemos de personas sanas que puedan dar y recibir amor sin problemas.
Vamos a aceptar la ayuda con gratitud y, cuando sea nuestro turno de dar, vamos a dar apoyo y aliento con alegría y prontitud.