Diciembre 8 del 2014

Renovación 343

Vamos a confirmar que no estamos jugando el rol de “salvador/rescatador”, “salvadora/rescatadora” con nadie, lo cual es muy frecuente entre las personas co-dependientes.

Una persona busca relacionarse con personas que tienen alguna patología, mental o física, que los inspira a “ayudarlos”.

Veamos un ejemplo: Puede ser que uno de los dos sea bipolar y la relación con él/ella sea como vivir todo el tiempo en una montaña rusa emocional.

Cuando está en la etapa maníaca, la otra persona es encantadora, magnífica amante, simpática, dicharachera, complaciente. En cuanto las cosas no salen como ella quiere puede caer, en forma súbita, a la depresión, y ahí empieza con amenazas de todo tipo: “Me suicido si me dejas”, “me enfermo si te vas de mi lado”, etc., hasta que logra que la otra persona lo “rescate”, lo “ayude”, lo complazca, haga lo que el/ella quiere, tras lo cual, vuelven a ser eufóricos y agradables. Un miembro de la pareja es rescatador(a) y el otro, víctima, tras lo cual se invierten los roles en una lucha sin fin.

Podemos ver esto muy claro gracias al triángulo dramático de Karpman, que es un modelo psicológico y social de la interacción humana mediante el Análisis Transaccional, descrito por primera vez por Stephen Karpman, en su artículo de 1968 «Fairy Tales and Script Drama Analysis», que comprende una víctima, un perseguidor y un rescatador o salvador.

Nosotros somos rescatadores si satisfacemos las necesidades de los demás, inclusive nos anticipamos a ellas, les arreglamos sus asuntos, nos preocupamos por ellos, cosa que hacemos para satisfacer una necesidad compulsiva de escapar de nuestros problemas o de nuestra patología emocional.

No se puede cambiar a las personas.

A la única persona que podemos cambiar es a nosotros mismos.

Cuando intentamos controlar o dirigir el cambio de los otros, nos volvemos co-dependientes y pasamos a ser controlados.

Esto se agrava si alguien es controlado por la enfermedad de una persona, bipolaridad, alcoholismo, desórdenes de alimentación.

Las víctimas son capaces de cuidar de sí mismas y de hacerse responsables de su persona y de su enfermedad, lo cual las dos personas se niegan a aceptar para seguir en el juego.

Tomemos conciencia si ya no hay nada de esto en nuestra vida.

Consultar:
• Berne, Eric (1975). “What Do You Say After You Say Hello?” Nueva York. Editorial Grove Press. ¿Qué dice usted después de decir Hola?
• Berne, Eric. (1964). “Games People Play”. “Juegos en que participamos”. Disponible para bajarlo en internet.

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