Si nos dejamos invadir por la inquietud, la ira, el miedo, o la tristeza, podemos sentirnos impulsados a actuar, y no siempre lo que hagamos será lo más conveniente para nosotros, porque el punto de partida puede estar distorsionado.
Es necesario encontrar la paz, la paz mental, emocional, espiritual.
La paz que nos hace estar a gusto con nosotros mismos, que nos permite pensar y sentir con claridad, que nos deja soñar y construir nuestros sueños.
En lugar del activismo, de hacer cosas y cosas, muchas de ellas al mismo tiempo, algunas veces en forma automática, demos un espacio a sentir la paz.
Podremos hacer lo que conviene en el momento oportuno, si vemos con claridad el camino y estamos en contacto con nuestra fuente de Poder interno y nos unimos a nuestro Poder Superior.
Hay un dicho italiano que dice: Chi va piano, va lontano”, que quiere decir: “El que va despacio, llega lejos”. Nosotros decimos que “Más vale paso que dure, que trote que canse”.
Vamos a darnos un tiempo para encontrar la paz y disfrutarla.