Renovación 290
En ocasiones podemos sentirnos “atorados”, limitados, sin ganas de seguir adelante, y esto nos asusta, ya que nos decimos: ¿Por qué si voy tan bien, de pronto me siento sin fuerzas para avanzar?
Esto puede suceder en cualquier etapa de recuperación de una adicción, y el ser codependiente es una de ellas. No importa si ha pasado mucho tiempo en que todo iba viento en popa y nuestro proceso de renovación avanzaba día a día, o acabamos de empezar a romper los lazos de la dependencia emocional.
Digamos que es un “atorón”, un lapsus forzoso de descanso y reflexión, no de desesperación, irritación o culpa.
Es conveniente tener varias cosas presentes para evitarlas:
• Buscar a alguien para que nos haga sentirnos mejor, cuando sabemos que la felicidad o la paz no están en los demás, si no en nosotros mismos.
• Regresar a viejos patrones de pensamiento, sentimiento o conductuales que ya habíamos dejado atrás.
• Obsesionarnos con este paréntesis en lugar de abrir el panorama para avanzar por otra puerta distinta.
• Exigirnos más en todos sentidos.
Vamos a:
• Ser realistas y aceptar que estamos en un lapsus del camino.
• Evitar la vergüenza o la culpa.
• Amarnos más que nunca.
• Reconocer nuestros logros y todo lo que hemos avanzado.
• Practicar la paciencia y tolerancia con nosotros mismos.
• Aplicar una conducta de recuperación sin esperar resultados inmediatos.
• Reafirmar que somos capaces de dejar atrás la codependencia y que estamos decididos a trabajar para ello.
• Visualizar, una vez más, nuestra meta ya cumplida.