Renovación 278
Cuando nuestra vida está comprometida, o en riesgo, no podemos darnos el lujo de lamentar lo que hicimos erróneamente en el pasado, es indispensable tomar las riendas de nuestra energía y dedicarnos a construir el futuro.
Es importante reconocer nuestros errores y aprender de ellos. Lo que no podemos es ponernos a llorar sobre el cadáver de nuestra relación de pareja, sobre los sueños que no realizamos o hipotecamos mediante el autoengaño, para cubrir el miedo al triunfo que nos rebasaba.
Empecemos a tomar la primera decisión definitiva:
¿Quiero vivir o morir?
Si ya estamos en riesgo de perder la vida, no hay medias tintas. Lo que hemos hecho hasta hoy no ha funcionado. Vamos a implementar medidas nuevas, diferentes, innovadoras, para tener resultados favorables.
Es probable que nuestra energía esté mermada por haberla utilizado para sostener el autoengaño durante mucho tiempo, y por un diagnóstico brutal de una enfermedad, o una situación terminal, que nos enfrentó a una realidad no esperada.
Vamos a reunir toda la energía que podamos y a dirigirla a poner en práctica acciones que conduzcan a la vida:
• Encontrar nuestra fuente de poder interno.
• Conectarnos con nuestro Poder Superior.
• Tener FE.
• Pensar en forma positiva todo el tiempo.
• Manejar nuestras emociones displacenteras.
• Procesar y eliminar los sentimientos negativos, entre ellos, el más perjudicial de todos: EL RENCOR.
* Practicar el perdón.
• Dejar ir el pasado.
• Vivir el hoy a plenitud.
• Recuperar y conservar día a día nuestra salud mediante una alimentación equilibrada, ejercicio y descanso.
• Hacer algo por los demás.
• Soñar un mañana mejor.