Renovación 273
Es conveniente revisar, de vez en cuando, si no estamos “atrapados” en una zona de confort.
Detrás del miedo a triunfar está la tendencia a justificarnos con una hiperactividad sin resultados exitosos. Por ejemplo, nos excusamos con frases como estas:
• “Yo siempre trabajo mucho, no sé porque no gano más”
• “Trabajo demasiado y no me pagan suficiente” (doble trampa)
• “He probado en muchos empleos y no duro en ninguno”
• “Por más que me esfuerzo, no logro ganar suficiente para vivir bien”
• “Más vale pájaro en mano que ciento volando, al menos tengo algo que hacer”
• “Si dejo este empleo a lo mejor no encuentro otro”
• “No gano mucho a pesar de que me esfuerzo mucho”
• “Estoy bien con lo que tengo”
• “Tal vez no doy más de sí”.
Si nuestra vida es mediocre, si nuestro desempeño laboral es mediocre, si hacemos como que trabajamos para que hagan como que nos pagan, si no amamos con pasión lo que hacemos, sino que lo llevamos a cabo porque no hay de otra, es probable que la clave esté en el miedo al triunfo, no el miedo al fracaso.
Vamos a revisar cuál es nuestra motivación para trabajar, cuál es nuestra Misión en la vida, cuál es la Visión que tenemos de nosotros mismos dentro de 20 años, para encontrar el sentido de nuestra vida y no escondernos tras pretextos absurdo para no vivir plenamente.