Renovación 218
En ocasiones sabemos, estamos seguros en nuestro interior, que lo que estamos haciendo es negativo, tóxico, o perjudicial para terceros, y sin embargo, nos comportamos en un forma que traerá consecuencias adversas a nuestra vida.
El autoengaño no sirve más que para postergar un resultado negativo, el cual nosotros intuimos y nos negamos a ver.
Por ejemplo, si “presentimos”, “nos late”, que la relación de pareja que tenemos es de codependencia, no está basada en la integración de dos personas con dos Proyectos individuales de vida, que se ponen de acuerdo para construir un PROYECTO DE PAREJA, y seguimos adelante porque “ya se nos está pasando el tren” (tenemos muchos años solteros), queremos tener algo nuestro (mi casa, mi esposo, mis hijos), nos queremos salir de la casa familiar, etc., las cosas terminarán en divorcio, separación, agencia del Ministerio público, psicólogo o psiquiatra.
Si estamos iniciando una relación de pareja, hagámoslo bajo la premisa de construirla día a día, con amor y entrega total. Cero engaño al otro, cero autoengaño.
Una pareja puede ser la base de una familia. ¿Qué familia vamos a formar si los dos cojeamos al caminar, si nuestros valores, Misión, Metas son opuestas?
Si escondemos nuestra relación, es porque sabemos que algo no está en armonía en ella, y no queremos que los demás se den cuenta de ello.
Vamos a revisar nuestra relación de pareja y a escuchar a nuestro Pequeño Profesor, Intuición, Inconsciente, Sabio interior, o como quieran llamarle.