Renovación 179
El miedo puede llegar a paralizarnos e impedirnos vivir felices, aunque todo esté a nuestro favor.
Cambiar de rumbo, de manera de pensar, de sentir, de actuar, es difícil y requiere de una firme determinación y voluntad de seguir adelante, sin importar las circunstancias que se presenten.
Hoy podemos estar por dar un paso importante en nuestras vidas. Ya hemos analizado todos los Pros y los Contras del movimiento, todo lo positivo y negativo de iniciar otro nuevo ciclo en otro lado, o con otras personas, y qué pasará si nos quedamos sin hacer nada.
Realizamos este ejercicio con nuestra capacidad racional, sin contaminación emocional, y el resultado fue obvio a la vista. Lo que conviene, lo que nos conviene, es salirnos del círculo vicioso en que estamos e iniciar un nuevo camino.
Tomamos la decisión y, de pronto, cuando alguien nos dice que no vale la pena ir a buscar algo nuevo, que “más vale malo conocido que bueno por conocer”, que es muy riesgoso perder lo seguro por lo probable, etc., sentimos un miedo garrafal y nos llenamos de dudas.
Si en nuestro análisis escribimos que en nuestra situación actual el estrés, la incertidumbre, la limitación, la falta de oportunidad de crecer y superarnos, la agresión pasiva o directa que en forma constante recibimos, nos van a conducir a un desgaste emocional, mental y físico que va a acarrear enfermedades, no hay lugar para tener dudas. ¿Queremos vivir o morir?
Podemos hacer una fantasía catastrófica sobre qué es lo peor que podría pasarnos en el nuevo camino, y el resultado sería que cualquier resultado negativo sería menos dañino que la situación tóxica que estamos viviendo en estos momentos.
Podemos hacer un balance de nuestras cualidades, habilidades, fortalezas, logros, aprendizaje, recursos físicos, mentales, psicológicos, emocionales, espirituales, con que contamos, y eso nos va a dar la seguridad de que tenemos con qué triunfar.
Conviene hacer una lista de afirmaciones basadas en todo lo anterior y leerla en voz alta las veces que sea necesario para que nuestro cerebro se actualice y genere las redes neuronales que se requieran para darnos seguridad.