Renovación 119
Cuando algo negativo llega a acontecernos, es importante verificar nuestra participación en ello.
Si fue un accidente, por ejemplo, ya sabemos que “los accidentes no nacen, se hacen” y que, antes de que sucediera, bajamos la guardia, esto es hubo una distracción. ¿Por qué no pusimos atención? ¿Por exceso de estrés? ¿Por tener nuestra mente a mil kilómetros de distancia de dónde estábamos y de lo que estábamos haciendo? ¿Qué “ganamos” con el accidente?
Con toda honestidad, asumamos las respuestas y tomemos acciones para evitar que el evento desafortunado se repita.
Si lo que nos pasó se debió a que estábamos en el lugar y momento equivocado, chequemos su hay un patrón de repetición o fue algo fortuito.
¡APRENDAMOS LA LECCIÓN Y ADELANTE!