Renovación 116
Si tenemos dudas sobre si la nuestra es una relación de codependencia, aun después de los puntos que he abordado previamente, vamos a ver algunas otras pistas que nos indican que es factible que si tengamos una relación enfermiza:
• Mi pareja, o familiar, es dominante, posesivo, crítico, nos anula y descalifica cada dos por tres.
• Existen unos celos enfermizos, por los que, poco a poco, hemos perdido la libertad de ver a nuestros amigos del mismo sexo y, por supuesto, hemos dejado de convivir con amigos desde la infancia porque son del sexo opuesto.
• Nuestra pareja llega “sorpresivamente” a la reunión en que estamos, al restaurante donde departimos con amigos cercanos, porque “andaba por ahí”.
• Él o ella nos ha ido alejando de amistades, seres queridos y familia, para que dependamos emocionalmente de él o de ella nada más.
• En tiempo y energía, nos demanda el 100%. Por ejemplo, después del trabajo, los fines de semana o durante las vacaciones, no podemos tener un tiempo para nosotros, nuestra familia o amigos, o para nuestro hobby. Llega a acceder sólo si está él o ella presente.
• Quiere saber minuto a minuto donde estamos, adónde vamos, con quién estuvimos o vamos a estar. Controla nuestras salidas y diversiones si no es en pareja.
• Amenaza con suicidarse si rompemos la relación.
Vale la pena verificar si estamos en esta situación, qué tan profunda y arraigada está la patología, cuánto tiempo he perdurado y cómo nos sentimos al respecto.