Renovación 106
Si persistimos en ver todo negro, si por más que luchamos y nos esforzamos, no encontramos la alegría del logro, el bienestar de la Misión cumplida, es probable que estemos sufriendo depresión.
Vale la pena verificar esto y, si es necesario, acudir a un médico psiquiatra calificado para que nos ayude a salir de ella.
La depresión es la enfermedad de las mil caras. Se esconde detrás de muchas otras, y puede confundirnos si sólo vemos la etiología del padecimiento en turno, y no tomamos en cuenta todo el panorama completo.
El ser humano es un ente bio-psico-social-espiritual. Si hay una “avería” en alguno de estos aspectos, va a impactar negativamente a los otros.
Tal vez necesitemos algún medicamento que corrija la alteración bioquímica que hay en nuestro cerebro que produce la depresión, y es muy importante resolver las causas psicológicas y emocionales, que nos condujeron a ella.
En el caso de la codependencia, no es suficiente que nos alejemos de la persona, o que él o ella se vayan o se mueran, se requiere que trabajemos en forma activa todos los aspectos de nuestra personalidad que nos mantuvieron en esa relación enfermiza, y que manejemos las emociones displacenteras que estén reprimidas u ocultas tras sentimientos negativos.
“Manejar nuestras emociones displacenteras nos lleva al equilibrio y salud necesaria para triunfar y trascender”