Renovación 72
Tener paciencia con los demás es recomendable, tenerla con uno mismo es indispensable.
A veces sentimos que vamos muy despacio, que no hemos cambiado nada, que nuestras metas están muy distantes, lo que nos desalienta. El sólo hecho de pensar, de concientizar las cosas que conviene modificar, es ya una gran paso, el más importante porque es el primero.
Un camino de diez o cien mil kilómetros, empieza con el primer paso.
Después de tomar conciencia, iniciamos acciones distintas a lo que hemos venido haciendo, con lo que estamos creando nuevas redes neuronales que nos van a llevar al logro de que queremos.
Va a depender de cuál sea la distancia hacia las metas y de cuántas acciones diferentes y positivas emprendamos, para alcanzar nuestras metas. Algunas personas estarán más cerca, o modificarán muchas conductas y pensamientos, con lo que llegarán más pronto.
No importa cuánto tiempo nos tardemos, lo importante es disfrutar en el camino, vivir intensamente cada nueva actitud, cada pequeño logro, y seguir avanzando con alegría y paso firme.
Me viene a la memoria una frase de Albert Einstein: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”
“Voy a lograr todo lo que me proponga porque me voy a comprometer a ello con todo mi corazón”