Renovación 68
Todo empieza a ir mejor, las cosas están empezando a fluir, hemos obtenido algunos logros y, en lugar de estar felices, sentimos que algo “raro” va a pasar, que pronto tendremos que “pagar” estos triunfos y este bienestar.
Como dicen los inditos: “No nos hallamos si todo va bien”. Sentimos una desazón, una inquietud que no nos deja disfrutar el momento, inclusive asoma en ocasiones la culpa porque todo va bien para nosotros y para los demás, no.
Parece ser que somos víctimas de un hechizo de un hada mala que nos endilgó uno que dice: “No tienes derecho a disfrutar sin pagar penitencia por ello”, o uno en apariencia más corto que, en realidad, abarca todo: “No disfrutes”. No disfrutes lo agradable, bello, armonioso, placentero que perciben tus cinco sentidos. No disfrutes del amor, de la amistad, del sexo, la comida, los logros, el triunfo, la creatividad, en fin, de todo lo que pueda producirnos algún placer.
Vamos a manejar el antídoto, a deshacer el hechizo. Para ello nos daremos permiso para disfrutar y escribiremos en pequeñas frases todo lo que queremos disfrutar sin sentirnos mal por ello.
“Puedo disfrutar mis logros y de todo lo que me causa placer”