Renovación 59
Terminamos otro mes, otro ciclo, otra etapa en nuestro camino para ser mejores, para ser felices, para trascender. Es una oportunidad para observar el camino andado, ver cómo caminamos. ¿Alegres? ¿Con buen paso? ¿Estresados? ¿Compungidos?.
Si somos perfeccionistas, si nada de lo que hacemos, decimos, o pensamos, nos parece aceptable, sino el producto de una persona débil, torpe, indecisa, es probable que haya mucha distancia entre el nuestro Yo Ideal y el Yo real en nuestra mente.
Esto no quiere decir bajar el nivel de Calidad Integral en lo que hacemos, ni que dejemos de hacer nuestra labor con pasión y entrega. Se trata de ver cuáles son nuestras expectativas, si son asertivas, si están ubicadas en tiempo y forma, para poderlas cumplir y vivir la satisfacción de lograr nuestras metas.
Somos valiosos y podemos lograr todo lo que deseamos, si no se trata de fantasías, de un punto de partida falso, o de algo fuera de tiempo o lugar.
Somos humanos y podemos equivocarnos, podemos fallar en ocasiones, y podemos aprender de nuestros errores.
Lo importante es saber que estamos en el camino indicado para obtener nuestras metas, y que éstas son realistas y realizables, que tenemos dentro visualizada la imagen de la persona triunfadora que queremos ser, no un héroe de película, sino un ser humano único, irrepetible, valioso y capaz.