Es posible que en ocasiones sintamos que no podemos salir de una situación difícil en la que estamos sumergidos. Utilizo este verbo porque cuando esto sucede decimos que “estamos con el agua al cuello”.
Si la situación es económica, puede ser resuelta de una manera u otra. Será necesario ampliar nuestros horizontes de búsqueda de ingresos mediante otros ángulos, otras posibilidades, para lo cual conviene mantener “la cabeza fría”, o sea, eliminar la ansiedad para poder pensar con claridad.
Si la situación es un conflicto emocional, se requiere aplicar la Inteligencia emocional y, con toda honestidad, identificar y manejar las emociones displacenteras auténticas (ira, miedo y tristeza) que estamos sintiendo, y procesar los sentimientos que nos tienen paralizados, angustiados, aterrados, como pueden ser la culpa, vergüenza, rencor, envidia, celos, etc.
Las emociones no se reprimen porque si lo hacemos vamos a pagar un alto precio en nuestra salud. Podemos controlarlas momentáneamente si es necesario para canalizarlas y analizar su origen en cuanto sea posible.
Conviene manejar una emoción displacentera a la vez hasta cerrar el círculo emocional y darnos la autoprotección necesaria durante el proceso.
El primer paso es identificar emociones y sentimientos, aceptarlos y trabajarlos.
No hay otra salida. No se van a ir o a resolver con el tiempo.
Podemos hacerlo. Hoy es un buen día para poner en marcha está “limpieza emocional”.