EL CEREBRO DE UN DELINCUENTE

Ha habido numerosas discusiones, e investigaciones sobre el genotipo (lo innato) y el fenotipo (lo adquirido) determinan nuestra conducta, y respecto a si existen algunas características especiales en el cerebro de las personas que delinquen, o que favorezcan otras conductas negativas y la orientación sexual.

Dentro de las corrientes que opinan que lo que experimentamos es capaz de modificar lo que somos, está la opinión del Dr. Santiago Ramón y Cajal, que dijo que “el cerebro determina lo que hacemos, pero cambia según lo que nos pasa”. Los científicos, a nivel internacional, no se ponen de acuerdo en ese círculo, ya sea positivo o vicioso.

El doctor Ramón y Cajal (España 1852-1934), médico, especializado en histología, y anátomo-patología, obtuvo el premio Nobel de Medicina en 1906, junto con Camilo Golgi, por descubrir los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas. Es importante tomar en cuenta que, un científico que tuvo que comprar de su bolsa el primer microscopio para trabajar en aquellos años, ya haya planteado la duda de ese camino de dos vías, una de las cuales modifica a la otra y viceversa.

Dentro de los estudios que han investigado, a través de las neuroimágenes, las zonas del cerebro que se activan cuando actuamos de una forma u otra, cuando sentimos determinadas emociones o sentimientos, podemos encontrar que esto es una realidad objetiva, como lo es el que el pensamiento y las emociones, al modificar la bioquímica del cuerpo, crean redes neuronales que pueden modificar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos.

El doctor Daniel Goleman escribió un bestseller mundial llamado “Inteligencia emocional”, en el que plantea la neuroanatomía de las emociones, y la forma de ejercer autocontrol sobre ellas, por ejemplo, el control de impulsos, la capacidad de demorar la gratificación o de ampliar el umbral de frustración, así como la habilidad para solucionar problemas, comunicarnos, trabajar en equipo, tener una respuesta adaptativa positiva ante las demandas del mundo que nos rodea, entre otras competencias.

Nosotros podemos crear redes neuronales y podemos desactivar, o no emplear, las que hemos venido utilizando hasta el presente. Podemos ser proactivos o reactivos. Podemos seguir patrones de pensamiento y conductuales anacrónicos y obsoletos, o podemos diseñar y crear nuevas´vías neuronales para mejorar la calidad de nuestras vidas.

Respecto a si se puede predecir cómo reaccionará el cerebro de un delincuente, existen varias investigaciones, que todavía no son avaladas ni aplicadas en un estudio amplio y longitudinal, para poder afirmar o negar algo.

Lo que sí les puedo comentar es que hace muchos, muchos años, conocí al doctor Emiliano Ruíz Castañeda en el Hospital Infantil, donde observé su asombrosa labor con niños con Síndrome de Down, y sus investigaciones para obtener antígenos de la orina de los pacientes, con la finalidad de combatir alergias y asma principalmente.

También le llevé a una joven esquizofrénica, hija de una amiga mía, que ya había estado internada en el hospital psiquiátrico varias veces, y nos indicó que, elaborando un tratamiento con anticuerpos específicos para ella, podría salir de esa patología, y me consta que así fue. Al cabo de un tiempo, la jovencita inició una vida sana, sin trastorno mental alguno.   Recuerdo que me comentó que se podría investigar para diagnosticar, prevenir y tratar alteraciones del cerebro.

El doctor Ruíz Castañeda (México 1898-1992) obtuvo el título de médico en 1923 y se fue a Europa a estudiar cursos de posgrado en microbiología en la Universidad de París y en el Instituto Pasteur. En 1931 viajó a los Estados Unidos y estuvo en la Universidad de Harvard, colaborando con el doctor Hans Zinsser, donde elaboró la vacuna contra el tifus (vacuna antitífica Castañeda), que perfeccionó y se utilizó en la Segunda Guerra Mundial.

El éxito mundial de la vacuna originó que le dieran el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de ciencias Físico-Matemáticas Naturales en 1948, y números reconocimientos en Estados Unidos y Francia.

Así que tres médicos reconocidos, dos investigadores con grandes logros, de principios y mitad de siglo XX, y el otro, que hizo la mejor recopilación de Inteligencia emocional que hay en la actualidad, hablan sobre la función cerebral y la importancia de las vivencias como reforzadores o inhibidores de determinadas conductas.

En lo personal, he sido testigo de casos en que una persona con una enfermedad terminal, en fase terminal, modifica sus patrones mentales, emocionales, psicológicos, espirituales, lo que conlleva una modificación, muchas veces radical, de la forma en que había vivido antes, y logra que la enfermedad entre en remisión, y siga así después de quince o veinte años. ¿Su sistema inmunológico sucumbió ante el virus por la forma en que pensaba, sentía, actuaba? Yo creo que sí, por lo tanto, al cambiar su mentalidad, emociones y conducta, pudieron caminar hacia la senda de la salud.

¿De qué sirve predecir que una persona puede recaer en conductas delictivas por alguna característica funcional de su cerebro? ¿Se van a modificar sus patrones mentales, conductuales, emocionales? ¿Se van a aplicar las neurociencias para modificar esa característica? ¿Cuál es el costo económico de este proceso? ¿Y el medio ambiente que las rodea, su entorno familiar y social, su falta de preparación para salir adelante en la vida por otros caminos diferentes de la delincuencia, seguirán siendo los mismos?

En mi experiencia, el que una persona aprenda lo que es Inteligencia Emocional y la aplique a su vida es un proceso largo, que requiere disciplina y constancia. El que esa persona logre el equilibrio si no cambia de entorno social o laboral, es una labor de titanes. ¿Ustedes qué opinan?

Consultar:
Doctor Ruíz Castañeda:
www.uaemex.mx

www.qacontent.edomex.gob.mx

www.institutodealergiasruizcastaneda.com.mx

www.salud.edomexico.gob.mx/salud/geoinfo.htm

www.wikipedia.org

Doctor Ramón y Cajal:
www.biografiasyvidas.com/biografia/r/ramon_y_cajal.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Santiago_Ramón_y_Cajal

www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/histologia/cajal.pdf

Doctor Daniel Goleman:
www.inteligencia-emocional.org

www.resumido.com/es/libro.php/190

www.cocrear.com.ar/inteligencia_emocional

www.portalplanetasedna.com.ar/pnl.htm

www.uvigo.es/pmayobre/master/textos/…/inteligencia_emocional.pdf

Estudios del cerebro de un delincuente:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/27/actualidad/1364411067_127743.html 

www.science.mag.org 

www.feeling.com

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2 pensamientos en “EL CEREBRO DE UN DELINCUENTE

  1. Buenas tardes Sra. Mary, yo tengo entendido que el descubridor de la vacuna del tifo es el Dr. Maximiliano Ruíz Castañeda. Me podría sacar de la duda? Saludos…. Paty Gómez

    • Hola Paty.
      Así es. el Dr. Maximiliano Tuíz Castañeda es el descubridor de la vacuna del tifus, la cual se utilizó durante la Segunda Guerra Mundial para proteger a millones de personas. Investiga sobre sus logros. Considero que fue una persona fuera de serie, de los que trascienden y dejan huella. Me siento orgullosa de haberlo conocido y observado su sencillez, la cortesía y cariño con que trataba a sus pacientes y su gran calidad humana. Gracias por escribir. Un abrazo. María

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