RENOVACIÓN TOTAL (5)

Ya hemos renovado, o estamos en el camino de lograrlo, nuestro cuerpo:
• vigilamos que todos nuestros órganos funcionen bien,
• tenemos una alimentación sana, balanceada, de acuerdo a nuestra edad, actividades y condiciones.
• hemos incorporado hábitos de sueño sano y no padecemos pesadillas ni trastornos del sueño.
• cuidamos nuestro descanso (diferente del dormir), mediante alguna disciplina, ejemplo: la relajación,
• estamos haciendo ejercicio, también acorde a nuestra edad, condiciones, facilidades. Cuando menos, caminamos a buen paso 30 minutos cada día.

Así que la maquinaria está puesta al día y vamos a darle un mantenimiento constante para que siga en magnífico estado. Vamos ahora a renovar algunos aspectos de nuestra manera de funcionar en los campos mentales, psicológicos, emocionales y espirituales.

Comencemos por tener una actitud positiva en todo momento y lugar. Esto puede iniciarse como una disciplina, hasta pasar a formar un hábito y convertirse en parte intrínseca de nuestra personalidad.

Todos tenemos problemas, contrariedades, tragedias, limitaciones, carencias, unos más que otros. No podemos comparar el dolor por la pérdida de un hijo, al que se siente por perder el trabajo, los dos pueden “mover” a la persona en una forma muy violenta, y una es irreversible y la otra, no. El manejo emocional es distinto en tiempo y forma y, los dos eventos pueden ser superados si se trabaja en ello.

La actitud es la suma de lo que pensamos y sentimos. Es la forma en que nuestra mente y nuestro corazón manejan, o reaccionan, a los estímulos que reciben del medio ambiente y de las personas que nos rodean.

Si mi pensamiento es positivo y mis sentimientos son positivos, mi actitud va a ser positiva.

Si mi pensamiento es negativo, aunque diga que mis sentimientos son positivos (¿?), mi actitud será negativa.

Si mis sentimientos son positivos y la mente se enfanga en pensamientos negativos, mi actitud será negativa.
Pensamiento  +           Sentimiento =            Actitud
Positivo            +          Positivo          =           Positiva
Positivo            +         Negativo         =           Negativa
Negativo          +         Positivo (?)     =           Negativa
Negativo          +          Negativo         =           Negativo

Conviene revisar cuál es nuestra actitud ante la vida, en general y si estamos manejando una dicotomía en esta área, si tenemos una actitud en el trabajo, y otra muy distinta en casa.

Para ello vamos a revisar cuál es mi manera de pensar respecto al trabajo. Aquí hay algunos puntos:
• ¿Me gusta?
• ¿Es lo que quiero hacer?
• ¿Llena mis expectativas?
• ¿Estoy satisfecho con lo que he realizado?
• ¿Tengo probabilidades de crecer?
• ¿Practico mi creatividad para facilitar o enriquecer mis labores?
• ¿Estoy satisfecho con la remuneración que recibo?
• ¿Mi trabajo está siendo valorado y reconocido?
• ¿Las relaciones con mis jefes, compañeros y subalternos son satisfactorias?

En la medida en que estés satisfecho en y con tu trabajo, podrás tener sentimientos positivos. Si pretendemos engañarnos a nosotros mismos, racionalizando o cayendo en negación, las emociones auténticas reprimidas y ocultas, se convertirán en sentimientos negativos y van a minar nuestro sistema inmunológico, y generarán una actitud negativa.

Vale la pena analizar cómo nos sentimos en el hogar, con la pareja, con la familia, y ver qué emociones displacenteras no estamos manejando y qué sentimientos negativos hay.

El primer paso es la sincronicidad positiva de mente y corazón. Es un trabajo arduo, de todos los días, que puede traernos una gran paz interna cuando lo logremos.

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