Voy a mencionar a este grupo social y algunas de sus características, sin poder proporcionar cifras actualizadas, las que finalmente no precisamos para tomar en cuenta que existen miles, millones de personas en el mundo en esta lamentable situación.
Cuando nos referimos a “Los sin techo”, nos imaginamos a un individuo (adulto o niño), mal vestido, desaseado, que arrastra cartones o periódicos para dormir a la entrada de un templo, bajo un puente, en alguna alcantarilla, etc., y por lo general, los asociamos al consumo de alcohol o drogas de todo tipo, por lo que evitamos verlos para que nos afecte.
Existe un grupo de personas que son “Los sin hogar”, una variable distinta, ya que aunque puedan tener un techo en el sentido literal de la palabra, carecen de un hogar verdadero. Es posible que vivan en algún albergue, o en una especie de pensión comunitaria, pero carecen de una vivienda digna que les permita tener el calor de una familia, el apoyo de amigos y se refugian en la soledad, aislándose en una angustia y dolor que no pueden o no saben evitar.
Las razones por las que están en esa situación pueden ser muchas: abuso sexual, físico o psicológico de los padres o de las personas con quienes vivían, o que estos sean drogodependientes o se prostituyan, haber emigrado en busca de opciones de trabajo y no encontrarlo, crisis económica del país con su impacto en lo laboral, ignorancia y pobreza endémica, muerte de los familiares en un evento traumático inesperado como un terremoto, tsunami, padecer alguna adicción que desencadene la pérdida de la familia, el empleo, aislamiento social, etc. Todo esto conduce a una alteración del estado mental que dificulta el recurrir a redes de apoyo sociales para buscar una probable reinserción social.
¿Por qué quise mencionar todo esto? Además de tener la oportunidad de tomar conciencia de este drama social y hacer algo para colaborar a su erradicación, para que tomemos en cuenta lo afortunados que somos por tener un techo y un hogar y demos las gracias por ello. Los invito a dedicar unos minutos para agradecer lo que sí tenemos en este aspecto.
Es un hecho que todos podemos hacer muchas cosas para mejorar el funcionamiento de nuestro hogar y hacerlo más sano, funcional, armonioso, convertirlo en una plataforma de despegue para que todos sus miembros triunfen en la vida. Es nuestra opción a partir de reconocer la bendición de contar con él.
Hay muchas causas, lo importante es tomar en cuenta que una “persona sin hogar” es el máximo nivel de marginación y exclusión social que se lleva a cabo en la sociedad moderna.