Definir el concepto espiritual requiere ubicarse en un marco de referencia filosófico, religioso, místico, esotérico, conceptual, o de alguna creencia específica como quienes mencionan que es la búsqueda del sentido de la vida. Para mí, la espiritualidad es la conexión energética de lo más íntimo de mi ser con la energía existente en totalidad.
Los caminos para llegar a la espiritualidad pueden ser muchos, la religión es uno de ellos, más no el único, también podemos llegar a ella a través del arte, la música, la meditación, la oración, en fin, cada quien puede encontrar la vía que le facilite el acceso a su espiritualidad.
En los últimos tiempos, las personas se han decepcionado de algunas religiones por la mala praxis de sus representantes, del materialismo egoísta que conduce al consumismo, la posesión y concentración de riqueza porque no les genera una paz interior ni una salud integral, y han buscado nuevos horizontes, que no son nuevos, son diferentes nada más. Así tenemos que se han puesto a estudiar filosofías, religiones, artes marciales orientales para encontrar el sentido de su vida. Otros se han ido al esoterismo, a la magia, a las sectas religiosas que se multiplican como hongos. El problema aquí radica en que hacen un “champurrado” con sus creencias originales y no viven de acuerdo ni con ellas ni con lo que se supone están aprendiendo. Conozco a personas que se pasan la vida meditando, haciendo yoga, son vegetarianas, y dicen vivir en el amor; pero no procuran ni cuidan a su familia ¿es eso vivir en el amor? ¿Dónde dejaron las tres virtudes teologales que les enseñaron en la religión católica: Fe, Esperanza y Caridad?
Encuentra el sentido de tu vida, tu Misión en este mundo, la razón de tu existencia, conéctate con tu Poder Superior, energía cósmica, Dios, o como quieras llamar a la Totalidad, y forma una unidad con ella en constante comunicación. La acción de Dar fluirá por sí misma y establecerá y mantendrá un flujo virtuoso que sí traerá paz a tu existencia.