En la época en que estamos viviendo, es común vivir inmersos en el miedo, en algunas ocasiones provocado maquiavélicamente desde nuestro entorno. Hay una premisa en la política que dice que un pueblo que vive con el miedo de perder la vida, su familia, su casa, su trabajo, su seguridad, es fácil de manipular. Esto lo hemos visto en muchas dictaduras en todo el mundo. En otras, el miedo es generado por factores internos sobre los que podemos actuar.
El miedo anticipatorio consume una gran cantidad de energía que nos hará falta después para enfrentar la amenaza o peligro que se nos presente, por ejemplo, si yo vivo con miedo a enfermarme y llevo a cabo uno y mil rituales de higiene y precaución extremos, es probable que mi sistema inmunológico se debilite y llegue a carecer de los anticuerpos y defensas necesarias para lidiar con algún contagio oportunista.
Otro ejemplo, si yo vivo con miedo de perder el trabajo y esto me atormenta, me quita el sueño, me angustia, es probable que pueda cometer errores con más facilidad y tome decisiones equivocadas en algunas ocasiones. Por supuesto que es conveniente estar consciente de que puede haber recortes de personal en la empresa en que laboro, que la oferta de candidatos a mi puesto crece por minutos, por lo que voy a mantener la calma y esmerarme en desempeñar mis actividades en forma óptima, a llegar a tiempo, a no faltar, a evitar el “a mí no me toca”. Puedo echar a andar mi creatividad para encontrar soluciones a problemas crónicos, a situaciones conflictivas, innovar métodos o materiales para incrementar la productividad y mejorar el costo-beneficio.
Cuidar de mi salud, cuidar mi trabajo, cuidar e mi familia, implica tomar medidas precisas, concretas, y seguirlas, con lo que estaremos dirigiendo toda nuestra energía hacia lo positivo y no desperdiciándola en el miedo anticipatorio de lo que puede suceder.
Es necesario analizar si lo que me genera miedo es real o imaginario como punto de partida. Si es real, las alternativas son: enfrentarlo o alejarme de ahí, no hay más. Puede haber muchas formas de enfrentarlo, en forma directa indirecta, sólo, en grupo, en este momento, en una fecha posterior, eso lo decidirá mi capacidad de razonamiento una vez que “limpie” mi organismo de las toxinas generadas por la emoción.
Por otro lado, algunos cargamos con fantasmas e
Por otro lado, algunos cargamos con fantasmas del pasado y/o utilizamos en ocasiones los lentes oscuros del pesimismo o la depresión para ver lo que está sucediendo en nuestras vidas, por lo que es conveniente cerrar los círculos emocionales del ayer y estar en armonía con nosotros mismos y con el mundo y ver la vida con realismo y, al mismo tiempo, con optimismo asertivo.
Revisa si estás viviendo en el miedo. ¿A qué? ¿Desde cuándo? ¿Qué has hecho al respecto? ¿Cómo puedes modificar tu situación para vivir tranquilo y con ánimo de triunfar?