Cuando mueren los padres

Es muy fácil decir que es ley de vida y que debemos prepararnos para que se vayan antes que nosotros, lo difícil es metabolizarlo y grabarlo en nuestro disco duro.

Cuando lo hacemos con antelación, vamos a enfrentar la pérdida de una manera diferente, nos va a doler, vamos a llorar, vamos a vivir un duelo, sólo que todo esto puede ser más breve y menos impactante que si la muerte llega de improviso o nos hemos negado a verla venir.

La sensación de cuando muere el primer progenitor es distinta a cuando se va el segundo, sin importar el sexo. Cuando fallece el primero, tomamos conciencia de que el que queda puede morirse pronto y nos avocamos a mejorar la relación con él o ella, lo que puede darnos la oportunidad de no dejar “asuntos pendientes”.

Cuando muere el segundo, la sensación de orfandad es mayor porque hasta ese momento fuimos ramas, y el padre o la madre era las raíces. Ahora, pasamos a ser la raíz y nuestros hijos serán las ramas. Es una metamorfosis muy sutil que  afecta  nuestro rol como líderes y patriarcas o matriarcas.

El escribir es una manera terapéutica de elaborar el duelo. Si le escribes cartas a tu madre o padre fallecido, diciéndole lo que sientes, dándole las gracias por haber sido el conducto para que nacieras a la vida, pidiéndole perdón si tienes asuntos pendientes en ese sentido y otorgándole el perdón si él o ella te lastimaron, vas a construir una nueva narrativa. Escribe los momentos felices que compartieron, las enseñanzas que te dejaron, las vivencias dolorosas que los marcaron, todo lo que recuerdes y consideres importante.

En todo este proceso de recopilación, encuentra el sentido de su vida y el sentido de su muerte, la estafeta que dejó, la Misión que cumplió y le hizo trascender.

Esta labor va a generar una nueva relación con tu padre o madre muerta. Él o ella van a estar tan cerca de ti como tú quieras, en otro plano, para acompañarte sin invadirte ni anularte, así como tú no vas a entorpecer el que ellos continúen su camino.

3 pensamientos en “Cuando mueren los padres

  1. Somos automatas del propio sistema, nos preparan desde pequeños para reaccionar de la
    manera que creen correcta, nos plantean un solo camino, no intentes romper las reglas, sabemos,
    conocemos lo que la palabra » muerte » significa pero somos incapaces de evolucionar, su significado lo aplicamos de manera negativa, deberiamos obserbar y aprender de las variadas culturas que nos rodean, las formas de entender la muerte de una manera positiva.

    • Hola.
      Estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo asistí por primera vez a un velorio y un cementerio a los veintitantos años, porque mis padres quisieron protegerme al alejarme de la muerte, estrategia que yo no proseguí con mis hijos. Es la manera de romper la cadena de los atavismos y las evasiones, no transmitirlos ni perpetuarlos.

      Afortunadamente, ya hasta Walt Disney tocó el tema de la muerte en forma abierta. Antes, como en los cuentos, (Blanca Nieves, Cenicienta, Bambi) se nos presentaban huérfanos y nunca se mencionaba qué pasó. La primer película sin figuras humanas que ellos hicieron, el REY LEÓN, es muy didáctica en el planteamiento de las emociones y sentimientos y en la muerte como ley de la vida «Circle of life», donde se plantea la muerte y la forma de asimilarla al enfatizar que da origen a la vida, así como el resultado de la evasión como etapa del duelo tanatológico. Te recomiendo este film, la música es fabulosa y la comedia musical está muy bien montada también.

      Como tu dices, esperemos que todos podamos aprender de otras culturas a ver la muerte con otra óptica, lo que enriquecería nuestras vidas. En mis clases yo digo que, mientras no vive uno su muerte, no empieza a vivir. ¿Qué opinas de esto?

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