Expectadores pasivos ante la violencia

Leí el artículo de Jorge Volpi  (periódico Reforma, domingo 26 de febrero, 1ª sección, pag.12), y me conmovió profundamente por inquietante y preciso. Algo de lo que mencionó es la ¿indiferencia/insensibilidad? con que reaccionamos ante el hecho de que todos los días “aparecen” más y más muertos, aquí y acullá, y cómo nos hemos vueltos espectadores pasivos ante la violencia en que vivimos. Si ustedes quieren leer todo el artículo escriban y se los envío de inmediato.

Hace muchos años, un gran periodista y escritor me dijo que una estrategia para manejar las masas era mantenerlas en el miedo, ya que mientras las personas estuvieran muy preocupadas por su seguridad, por encerrarse en casas con bardas cada vez más altas, llenas de cercos de púas, alarmas, rodeadas de guaruras, policías especiales, etc., no iban a tener tiempo ni energía para pensar en lo que pasaba en su entorno. En aquel entonces a mí me pareció exagerado este concepto, hoy no pienso lo mismo.

Una amiga me platicó que vió un asalto con pistola al conductor de un auto que estaba unos metros adelante del taxi en que ella iba, mientras estaban parados en un alto en una avenida, a las 4 de la tarde. comentó que vió como el asaltante se subía en el asiento trasero de una moto que estaba junto a él y salían huyendo a toda velocidad, dejando tras ellos una estela de billetes de mil pesos que volaron por el aire como confeti. Un policía en moto que estaba cerca empezó a seguirlos. El taxista le dijo que el auto que estaba junto a ellos iba a detener al policía. No lo detuvo, lo arrolló a sangre fría. Ella se quedó paralizada por lo insólito de la situación y dice que no recuerda ningún dato específico. Cuando avanzaron, vieron que atrás venía una patrulla.

El taxista comentó que los asaltantes van en comandos y traen varios coches, por ejemplo, el auto de la derecha impedía que nadie se acercara al asaltante, el de la izquierda participó en la persecución al policía, y que lo único que se podía hacer era “no ver”, ya que a ellos les tocaba presenciar de tres a cuatro asaltos diarios. ¿Cómo puede uno, como individuo, enfrentar a estos comandos armados con equipo de alta precisión, organizados y entrenados para lo que hacen y para matar a sangre fría?  ¿Cuál es el nivel de impunidad que hay en este tipo de eventos?

¿Quedarme indiferente? ¡NO! Pienso que la única forma en que un país puede salir de la pobreza y de la violencia, es a través de la educación y por ello, en la medida en que puedo, hago una labor constante en este sentido. Hace muchos años que doy clases y busqué este medio para invitar a las personas a reflexionar sobre algunos aspectos que pueden ser útiles en un momento dado. Es mi granito de arena. ¿Tú estás haciendo algo por mejorar nuestro país?

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